La esperanza de cara a consolidar una recuperación económica y social justa en 2022 tras la pandemia de la Covid-19 sigue calando en la sociedad y la economía española. Frente a los augurios de que España está en crisis, los principales indicadores, como el empleo o la recaudación fiscal, permiten ser optimistas sobre la recuperación de nuestro país.

Para el Gobierno de España la prioridad en estos momentos es consolidar dicha recuperación. Para ello contamos con unos Presupuestos para 2022 expansivos y que van a dar estabilidad a esta Legislatura. Son unas cuentas ambiciosas que van a permitir generar confianza y seguridad a las empresas, además de poner las bases para una transformación y modernización de nuestro modelo productivo.

Y como decía, hay datos que apuntan a este optimismo. En noviembre, el empleo alcanzó el nivel de afiliación más alto de la historia de España: 19.771.613 personas en términos desestacionalizados. Hoy trabajan casi 300.000 personas más de las que había empleadas antes de la pandemia. El otro dato relevante es la recaudación fiscal, que también está en máximos históricos. En lo que llevamos de año –datos de enero a octubre– la recaudación fiscal ha crecido un 16,3% frente al periodo equivalente de 2020. Es un aumento que no se explica porque hayan subido los impuestos –al contrario, alguno, como el de la electricidad, en estos meses ha bajado–. Tiene que ver con la recuperación.

Los reconocimientos llegan también desde las instituciones europeas, que valoran muy positivamente los proyectos y acciones que estamos acometiendo con los fondos europeos. Hace unos días conocíamos que España será el primer país en recibir los primeros 10.000 millones de euros de estos fondos por el cumplimiento de los hitos requeridos para ello. Y ahora estamos celebrando que la Comisión Europea ha autorizado los 3.000 millones de euros que permitirán poner en marcha el PERTE del vehículo eléctrico y conectado, una revolución para el sector del automóvil que permitirá a España convertirse en líder de la movilidad sostenible europea.

En otros ámbitos relacionados con mi cartera, vemos cómo el turismo se está recuperando, con más llegadas de turistas extranjeros y con un turismo nacional que llenó alojamientos el pasado puente de la Constitución. Y ello es posible gracias al éxito del proceso de vacunación. España ha dado ejemplo de capacidad para vacunar mejor y más que nadie en la Unión Europea, sin duda la mejor política económica que hemos podido implementar. Hoy podemos movernos y disfrutar de nuestro de ocio con más seguridad que nuestros vecinos europeos, siempre manteniendo las medidas de protección que siguen vigentes.

También vemos cómo las exportaciones españolas han aumentado un 22,1% hasta septiembre y superan los valores anteriores a la pandemia, lo que demuestra un gran dinamismo del comercio exterior español.

En definitiva, con la pandemia hemos aprendido algunas lecciones que no debemos olvidar como que los servicios públicos son imprescindibles para superar esos momentos de crisis, que hay que apostar por la ciencia, por una soberanía industrial de productos básicos que durante la pandemia fueron imprescindibles para salvar vidas, pero también por grandes proyectos transformaciones que hagan de España un país sostenible, digital y que apueste por la cohesión social y territorial.

No me olvido de las mujeres, que tienen que seguir jugando un papel importante en todo lo que atañe a la sociedad y la economía españolas. Garantizar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres es un objetivo ineludible en una España moderna del siglo XXI, tanto por justicia social como por interés económico.

Hemos sufrido mucho, hemos trabajado para paliar ese sufrimiento colectivo y ahora empezamos a ver los resultados. Llega el momento de consolidar una recuperación económica y social justa y para ello necesitamos la unidad de acción de todos los agentes – políticos, económicos y sociales – porque trabajando juntos conseguiremos llegar mas lejos.