A la espera de saber si los mil trabajadores de la planta de Alcoa en San Cibrao (Cervo, Lugo) aceptan o no la última propuesta de la multinacional para seguir fabricando aluminio en España, el vicepresidente económico de la Xunta, Francisco Conde, avanzó ayer que el Gobierno autonómico apoyará la decisión de la plantilla, que se conocerá hoy, pero hizo una advertencia: si el conflicto se cierra con la parada de las cubas de electrólisis y Alcoa aplica como pretende un cese de actividad de dos años habrá “una salida en falso al conflicto” que ha mantenido en lucha a toda la comarca de A Mariña desde principios de 2020. La Xunta pide al Gobierno que facilite una rebaja del precio eléctrico.

El argumento de Alcoa para interrumpir la fabricación de aluminio primario en 2022 y 2023 es el alto precio de la luz y las pérdidas en las que incurre por los costes de esta actividad hiperelectrointensiva —si bien el precio del aluminio está en máximos—. Además, se ha comprometido a dedicar ese impás a negociar tarifas estables para rearrancar las cubas en 2024. La primera compañía que ha dado a conocer un preacuerdo para esta reactivación es la coruñesa Greenalia, con quien ha pactado la posibilidad abastecerse a buen precio de energía generada en parques eólicos próximos.

El precedente de Alu Ibérica

Alcoa promete no solo mantener el empleo y subir los salarios durante el cese de actividad, sino volver a producir en dos años e invertir 90 millones de euros (103 millones de dólares) en la mejora de las instalaciones de su última fábrica en España. El conselleiro Conde desconfía de la Alcoa a la vista de lo sucedido en las anteriores fábricas de las decidió deshacerse, las de A Coruña y Avilés (Alu Ibérica), donde apagó las cubas meses antes de vender en 2019, y no han vuelto a producir a pesar de que la empresa dejó dotación económica para rearrancarlas. “La solución de parar la producción no es una solución, es una salida en falso. Y tenemos antecedentes en el caso de Alu Ibérica y esperamos que no se vuelva a producir una situación similar”, concluyó Conde.

La Xunta cree que si puede haber una solución para el coste eléctrico dentro de dos años, también puede haberla ahora. Para ello, insta a Alcoa y al Gobierno a que “dejen esa confrontación y pasen a establecer una negociación buscando un acuerdo” sobre la base de que “es posible garantizar un precio competitivo en estos momentos” y evitar la parada de la electrólisis.

El comité de empresa de Alcoa San Cibao ya expresó su rechazo a la parada de las cubas. Los sindicatos propusieron soluciones intermedias, como el apagado de una parte de las series de electrólisis. Pero Alcoa se ha mantenido inflexible en la condición de paralizar por completo el área de fabricación de aluminio primario en 2022 y 2023 y mantener solo el reciclaje de chatarra.

Trabajadores tanto de la planta de aluminio como de la de alúmina —al margen del conflicto laboral— y de empresas de trabajo temporal acudieron ayer a votar en las urnas instaladas en la fábrica desde las cinco de la madrugada hasta las once de la noche. Al cierre de esta edición, continuaba el recuento de las papeletas para decir “sí” o “no” a la última propuesta de Alcoa.