La absorción de los fondos europeos por parte de la economía española está yendo mucho más lenta de lo previsto y, en todo caso, más despacio de lo esperado por el sector empresarial. Según el primer Informe de seguimiento de los fondos Next Generation EU en España publicado ayer por la patronal CEOE, con datos hasta el 31 de diciembre, las Administraciones públicas (el Estado, sobre todo) apenas lograron publicar 400 convocatorias de subvenciones y licitaciones de contratos públicos por valor de 9.300 millones de euros con cargo a los fondos europeos. Esta cifra representa un 48% de los fondos europeos recibidos por España en 2021 (19.000 millones de euros) y tan solo un 38% de los algo más de 24.000 millones incorporados en los Presupuestos Generales del Estado para el 2021.

El porcentaje de este dinero que ha llegado a las empresas es mucho menor, pero se desconoce la cifra exacta, por la falta de información proporcionada por el Gobierno. Con datos hasta agosto, solo el 2% del dinero comprometido entonces había llegado a las empresa, según la última cifra disponible, a la que hace referencia el informe de la patronal CEOE.

Aquella fecha, sin embargo, puede resultar escasamente representativa, pues el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España apenas había sido aprobado en julio en la Unión Europea. Desde el Gobierno se subraya, además, que el efecto estimulante del dinero público sobre la actividad económica cobra eficacia mucho antes; como mínimo, desde el momento de la convocatoria de ayudas y licitaciones. De acuerdo con este criterio y según los datos aportados por la CEOE, las convocatorias realizadas en 2021 solo alcanzaron el 38% de lo presupuestado para el conjunto del año con cargo a fondos europeos.

Pero cuando el Gobierno hace balance de la ejecución de los fondos baraja otros criterios y otros porcentajes diferentes. Según el informe presentado por la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, el 14 de diciembre pasado, España ha autorizado el 73% del gasto a cargo de los fondos europeos previstos para 2021 y ha comprometido partidas por el 64,5% de todos ellos. Calviño destacó que lo importante es que en las últimas semana se estaba “acelerando” el despliegue del Plan de Recuperación y que en 2022 se alcanzará “la velocidad de crucero” de su implementación.

La diferencia es que, desde el punto de vista del Gobierno, cuenta como presupuesto ejecutado el que, por ejemplo, se haya hecho una transferencia de dinero a las comunidades autónomas para que estas repartan ayudas. La patronal, por su parte, toma en cuenta el momento en el que cada comunidad autónoma (siguiendo el ejemplo) haya publicado una convocatoria de ayudas bajo condiciones, cantidades y plazos concretos. De ahí que el Gobierno del presidente Sánchez diga que se ha comprometido el 64,5% del gasto y la patronal rebaja ese porcentaje al 38%.

El informe publicado por la patronal CEOE es muy crítico con la gestión del Gobierno. “Los grandes desembolsos a España no alcanzan la misma velocidad en su llegada a las empresas por la ineficacia del sistema de gestión”, afirma el documento publicado por la organización de Antonio Garamendi.

Para la CEOE, el avance de los fondos europeos en España se resume en una “metáfora” y es la de que “cada vez llegan mayores reservas de agua de la UE sin capacidad de solucionar la grave sequía que padecen las empresas españolas debido al ineficaz sistema de riego diseñado por el Gobierno”.

La patronal advierte de que el retraso en la llegada de las ayudas a las empresas puede suponer la deslocalización de inversiones hacia otros países donde, según la CEOE, la gestión de los fondos está siendo más eficaz, como Portugal, Francia e Italia.