Pese a los niveles máximos históricos en que se mueven las bolsas mundiales, los inversores afrontan 2022 con un cauteloso y moderado optimismo. Los analistas confían en que continuará la tendencia alcista más o menos ininterrumpida que comenzó en la segunda mitad de 2020 gracias a la respuesta de las autoridades económicas globales a la pandemia, aunque con subidas más moderadas de los mercados de valores que en 2021. Con todo, los expertos advierten del riesgo de que la evolución del COVID y, sobre todo, una inflación desbocada provoquen que el año sea menos benigno.

El vértigo, en cualquier caso, no ha hecho presa aún de los inversores. Y ello pese a que el índice MSCI World, que recoge los mercados de valores de los 23 países más desarrollados del mundo, encadena una sucesión de récords desde agosto de 2020. El año pasado se revalorizó el 26,2% y está en torno a un 101% por encima de la cota más baja a la que se desplomó tras el estallido de la pandemia en marzo de hace dos años. En la misma línea, el MSCI ACWI, que añade al anterior las 27 mayores bolsas emergentes (incluida la china), registra revalorizaciones del 16,7% y el 68%, respectivamente. Y selectivos clave, como el Standard & Poor’s 500 de EEUU (alza del 26,9% en 2021), el alemán Dax 30 (15,8%) y el francés Cac 40 (28,8%), cerraron el ejercicio pasado en máximos históricos.

La confianza de los agentes del mercado se basa en que esperan que la recuperación continúe firme en 2022, aunque a un ritmo algo menor, gracias al más moderado pero aún importante apoyo de las autoridades fiscales y monetarias. “Las previsiones constatan el elevado ritmo de crecimiento estimado de la economía mundial de en torno a un 4,3% anual, tras registrar un avance del PIB de un 5,6% en 2021. Un repunte de la producción apoyado en la progresiva normalización de la actividad, el consumo de los hogares, el aumento de la inversión y la reconstrucción de los inventarios, y el despliegue de los planes de recuperación de las economías avanzadas [como el europeo Next Generation EU]”, dice Singular Bank.

Riesgos principales

La posibilidad de que la pandemia se recrudezca y descarrile la recuperación continúa, pero en el mercado se ha asentado la idea de que lo peor quedó atrás y de que el COVID va camino de pasar de enfermedad pandémica a endémica de impacto limitado. La variante ómicron empaña las perspectivas a corto plazo. Sin embargo, el progreso de las vacunas y el aprendizaje sobre la pandemia ayudarán a contener las consecuencias económicas”, resumen los analistas de Generali Investments.

Así, el mayor riesgo para los expertos es la altísima inflación: en la zona euro ha pasado del -0,3% de diciembre de 2020 al 4,9% el pasado noviembre, máximo desde que Eurostat comenzó a medirla en 1997, mientras que en España ha subido del -0,5% de diciembre de 2020 al 6,7% del mes pasado, su nivel más alto desde 1992. Está por ver su efecto en el consumo, la gran esperanza para que la reactivación económica siga, máxime cuando los grandes niveles de ahorro acumulados en pandemia aún no se han canalizado en su totalidad a un incremento sustancial del gasto.

Los bancos centrales esperan que la inflación vaya bajando a lo largo del año. Pero si no sucediese, podrían verse empujados a acelerar la retirada de estímulos, lo que reduciría la liquidez disponible en el mercado y encarecería la financiación, con lo que se minoraría el apetito por las inversiones de más riesgo (como la bolsa) en busca de una rentabilidad que no ofrecen los activos más conservadores (renta fija). Y se sumaría el efecto de ese endurecimiento adelantado de la política monetaria sobre unas economías que todavía no han afianzado su recuperación, lo que también afectaría a los beneficios empresariales y, por tanto, a las cotizaciones.

De momento, tanto la Reserva Federal como el Banco Central Europeo (BCE) ya han aprobado reducciones en la compra de deuda para combatir la escalada de la inflación. La autoridad monetaria estadounidense adelantó que subirá tipos este año, pero su homóloga de la zona euro considera que es “muy improbable” seguir sus pasos. En cualquier caso, para los analistas, salvo que los precios se desboquen de forma sostenida, no se producirán grandes encarecimientos del precio del dinero, pues ahogaría a unos países que acumulan mucha deuda para combatir la pandemia.

Ibex rezagado

Los expertos prevén de media revalorizaciones de entre el 5% y el 10% en las bolsas de EEUU y del 10% al 15% en las europeas. En el Ibex 35 podrían ser mayores, de hasta el 20%. En buena medida, por su peor comportamiento relativo en los últimos dos años. El selectivo subió el 7,9% en 2021, pero todavía está un 13,5% por debajo del nivel máximo prepandemia y a años luz (-45%) de su máximo histórico de noviembre de 2007.

La bolsa española, así, lleva tiempo lastrada por la más lenta recuperación económica del país, pero también por su pequeño tamaño (fuera del radar de los grandes inversores internacionales), el excesivo peso de los bancos, la ausencia de tecnológicas y su elevada exposición a Latinoamérica.