Miguel Ángel Tobías es un pionero de la televisión social. Ha creado programas como “Españoles en el Mundo” y lleva más de una década produciendo y dirigiendo proyectos audiovisuales que son un altavoz contra las injusticias y en favor de los DDHH. “Sueños de Haití”, “Gurba”, “La Condena”, “Efecto Ciudadano”, “Rising Nepal”, “Gritos de Silencio”, “El Guión de tu Vida”, “Me llamo Gennet”… son algunos de sus proyectos sociales.

El año pasado dirigió “El secreto de Ibosim”, la primera película sostenible del mundo y con huella de carbono 0, que llegará pronto a nuestras pantallas. Un hito para la historia del cine y acaba de terminar su último proyecto social, la serie documental “El Camino Interior”. Su conocimiento del medio ambiente y su comprometida vocación social le han convertido en un referente para la sociedad civil, en la lucha constructiva por la sostenibilidad del planeta centrada en las personas. También participa habitualmente en congresos nacionales e internacionales relacionados con la sostenibilidad y el cambio climático. Ahora se halla inmerso en la producción de “Generación Sliving”, un proyecto audiovisual para generar conciencia social sobre sostenibilidad. 

P: Hace unas semanas se celebró la Cumbre del Clima de Glasgow, la llamada COP 26 ¿Qué piensa de estos eventos?

R: Son como la fiebre. Sirven para alertar de que algo anda mal y a la vez facilitan y preparan al cuerpo para su recuperación, pero no curan.

P: ¿Y ya? 

R: Creo que lo ha entendido todo el mundo, pero si quiere explico la metáfora. Si se celebran es porque es obvio que estamos sufriendo las consecuencias negativas del cambio climático y sabemos que va a ir a peor. Los dirigentes políticos se examinan públicamente ante sus homólogos y ante el mundo, y prometen que van a hacer muchas cosas, que sería como la preparación, pero esas promesas no solucionarán nada si no se cumplen. No sé si así me he explicado mejor. 

P: Muy claro. ¿La pandemia nos ha hecho más sensibles a la responsabilidad que tenemos para con el Planeta?

R: La pandemia está siendo una crisis muy potente para todos, especialmente para quienes la han sufrido más de cerca, y, sí, también ha sido una bocina para la conciencia social, porque hemos redescubierto la importancia de la salud, y de que el cuidado del planeta tiene mucho que ver con el futuro inmediato de la humanidad. El cambio climático, la transición ecológica y el reto demográfico son cuestiones que debemos afrontar entre todos, porque son emergencias que sacuden ya nuestras vidas con más contundencia que el coronavirus. El problema es que los seres humanos actuamos como monos asustados, respondemos a lo inmediato, con muy poca perspectiva incluso de lo que nos estamos jugando en un futuro ya muy cercano.

P: ¿Cuáles son esas emergencias que nos deberían interpelar y, a veces, no vemos?

R: Según la Organización Mundial de la Salud, la contaminación atmosférica mata cada año a 4,2 millones de personas. Es un dato elocuente que refleja hasta qué punto apostar por la sostenibilidad del planeta incide sobre el futuro de cada uno de nosotros y cómo no hacerlo estimula una pandemia silenciosa y crónica. Pero además sabemos que gran parte de las migraciones por hambre que se están produciendo en el mundo, están relacionadas con las consecuencias que el cambio climático está provocando en la agricultura. La conciencia ecológica no puede ser una cuestión ideológica porque no lo es. Es un síntoma de conocimiento, conciencia, consciencia y de madurez como individuos de la especie dominante. Es más, seguramente sea uno de los puentes más interesantes para unirnos a todos bajo la misma causa: nuestro mañana. Tenemos que preguntarnos qué tipo de humanidad queremos ser: una humanidad colaborativa que se preocupa de verdad por los más vulnerables y por la casa común que es el Planeta, o una humanidad hedonista, competitiva, individualista que siga aplicando la ley del más fuerte. Y yo siento que aunque cada vez somos más los que estamos en la primera opción, tenemos que luchar mucho para vencer las resistencias de los poderosos que demuestran, no con sus palabras pero sí con sus hechos, que les importa bien poco.

P: Pero esos poderosos, también son personas, y tienen hijos y nietos… 

R: Sí, pero piensan, que ellos y sus descendientes, siempre van a tener recursos para “huir” de las consecuencias negativas que ellos mismos ayudan a crear con sus decisiones políticas y económicas pero no hay “Planeta B”, y al final les acabará alcanzando a pesar de su ceguera y su soberbia. Y nosotros, los ciudadanos de a pie, tenemos que confrontarlos con nuestras acciones y demostrarles que la dirección que queremos tomar es la de construir un mundo sostenible en todos los sentidos.

Miguel Ángel Tobías

P: ¿Entonces usted cree que la sostenibilidad ha dejado de ser una tendencia para ser ya una responsabilidad asumida?

R: La sostenibilidad es ya un camino sin retorno. O seguimos esa senda obligatoria, o lo pagaremos. Estamos presenciando impasibles la desaparición del hielo en los polos, la subida del nivel del mar, la subida de la temperatura global, la desertización de cada vez más territorio, la desaparición de especies, la pérdida de biodiversidad y las nuevas pandemias que vendrán por ello, las migraciones forzosas, el aumento del hambre y la pobreza por culpa del calentamiento global, el aumento de las desigualdades en países ricos… Muchas veces me pregunto: Pero, ¿qué coño estamos haciendo? Y perdón por la expresión, pero es que en cuanto uno estudia un poco y escucha a los expertos, se da cuenta de que literalmente somos un Titanic en dirección al iceberg. Y seguimos de risas como si la cosa no fuera con nosotros. Hoy, más que nunca, tenemos que adoptar una actitud que implique conciencia social, generosidad, coherencia, responsabilidad, y acción. Todo, cada cosa que hacemos desde que nos levantamos, cada decisión que tomamos deja su huella en el Planeta. Mantener una relación más sana con el medio natural es fácil y nos hará mejores, pero hay que hacerlo ¡ya! Tenemos que ser conscientes, por ejemplo, que con respecto a los efectos del cambio climático, lo que empecemos a hacer bien hoy no tendrá un resultado visible hasta dentro de 30 años por la propia inercia del sistema. Imagínese si es urgente actuar para frenar y revertir las consecuencias negativas que ya estamos experimentando. Así que quiero pensar que sí, que es ya una responsabilidad asumida.

“La sostenibilidad es ya un camino sin retorno. O seguimos esa senda obligatoria, o lo pagaremos”

P: ¿Y qué podemos o debemos hacer?

R: Lo primero, ser sensibles con la importancia de cuidar el medioambiente sabiendo que eso tiene consecuencias inmediatas y futuras sobre nuestras vidas. Quizá esa conciencia cambie algunas prácticas mejorables. Más allá de la responsabilidad de los gobiernos y las corporaciones, todos podemos poner nuestro granito de arena. Debemos interesarnos por los temas medioambientales y la sostenibilidad en general, igual que lo hacemos por nuestro aseo personal, leyendo, estudiando sobre ello, viendo documentales que abordan el problema, debatiendo con nuestros amigos, con nuestras familias. Y comprometiéndonos a actuar. Yo ya sé que todos individualmente nos sentimos muy pequeños como para que nuestras acciones marquen la diferencia, pero no es verdad, no estamos solos. Cada día se suma más gente a luchar contra el cambio climático, a preservar la biodiversidad, a cuidar de los más vulnerables… pero tenemos que ser muchos más y tenemos que correr de verdad. Estamos en un punto de no retorno. O escuchamos ya al Planeta o seremos una especie fracasada.

P: Pero los ciudadanos tienen por delante ya muchos retos, algunos centrados en estos momentos incluso en la propia supervivencia…

R: Soy consciente. Y ese es un gravísimo problema en dos sentidos. Uno, el propio y evidente que implica comer en muchas partes del mundo, o llegar a fin de mes y poder pagar las facturas en nuestro país. Y el segundo es que efectivamente las copas de los árboles de esa necesidad básica no nos dejan ver el bosque de lo que se nos viene encima si no actuamos. Y debemos entender la sostenibilidad también como una lucha por la supervivencia en la que todos estamos incluídos. La pandemia y la crisis sobrevenida, nos ha puesto ante la dimensión de un problema que exige un cambio de modelo social, productivo y de progreso. Tenemos que evolucionar hacia una nueva forma de pensar, de actuar, de consumir, de interactuar con las personas y con el Planeta. La conciencia ecológica no puede ser una excusa más para el postureo de los que tienen la vida resuelta. Todos estamos llamados a la acción en positivo. El Pacto Verde Europeo, por ejemplo, planteó que la neutralidad en la huella de carbono fuese una realidad en 2050 y ya hay países que hablan abiertamente de no cumplirlo. Por eso creo que los cambios necesarios no serán posibles si los ciudadanos no nos comprometemos ya en nuestro día a día con nuestras acciones, y exigiendo a empresas y gobiernos, que hagan lo mismo. 

P: ¿La sostenibilidad nos complica la vida?

R: Sí, rotundamente sí, pero esa no es la pregunta. No podemos entender la Sostenibilidad como un problema. La Sostenibilidad es la solución. Si usted se está atragantando y se va a ahogar, ¿consideraría un problema que yo le abrace por detrás para realizarle la maniobra de Heimlich, y al hacerlo le rompa una costilla, pero le salve la vida? ¿Verdad que no? Pues esto es lo mismo. La Sostenibilidad ha venido a salvarnos, aunque en el proceso haya que hacer “sacrificios”. No podemos ser tan infantiles como para creer que los cambios no implican un esfuerzo y un compromiso. Para todos es un coñazo separar la basura en distintos recipientes, y tirar cada cosa en su contenedor, pero hay que hacerlo, ¿verdad?. Pues así con todo. No podemos seguir comprando y tirando ropa casi nueva solo porque nos aburrimos de ella, sabiendo que la industria textil es la segunda más contaminante del planeta. Y así con cientos de conceptos. Somos como borregos estúpidos entrando al matadero con el cuchillo en la mano y cantando una canción festiva. El cuidado del Planeta es ya, sin duda, la inversión más rentable a todos los niveles: social, económico, medioambiental… se mire por donde se mire,. Y el gran reto, sin duda, es poner a las personas en el centro de todas las decisiones, algo que no hemos hecho tradicionalmente porque si no, evidentemente, corremos el riesgo de generar un daño social inasumible y el cambio necesario no se dará. Pero claro que va a haber que hacer sacrificios. Lo importante de verdad, la clave, es no dejar a nadie atrás. Ese tiene que ser el principal objetivo mientras caminamos hacia el “gran objetivo”.

“El cuidado del Planeta es la mejor inversión, se mire por donde se mire”

P: ¿ Cree que la conciencia medioambiental ha cuajado en España?

R: Según la Universidad de Yale, España está entre las economías que mejor preservan el medioambiente, aunque haya que mejorar. Ahora mismo rozamos el notable. Somos líderes en reservas de la biosfera, el país europeo con más geoparques de la Unesco, y somos de las sociedades más concienciadas con el cambio climático. España está entre las potencias del mundo con más capacidad de producción de energía renovable y, como Estado, estamos fuertemente comprometidos con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por Naciones Unidas en su Agenda 2030. El resto es conseguir que esos objetivos sean 17 compromisos personales de cada ciudadano en su día a día, porque son buenos para nosotros como individuos, como sociedad, y como Planeta. 

P: Y ¿qué piensa de los políticos? ¿Cree que lo están haciendo bien?

R: A ver, sin duda ellos tienen una responsabilidad gigantesca para que podamos enfrentarnos a este reto vital. El cambio climático, al igual que ha pasado con la Pandemia, es un problema global. No se va a resolver sin la colaboración de todos los países, pero esto no puede ser una excusa para decir: “bueno cuando los demás hagan, nosotros también”. Creo mucho en el poder y en la autoridad moral que da ser el primero, en el efecto imitación. Es evidente y así nos lo demuestran, que países como China, India, Rusia… no están contribuyendo a cambiar las cosas y menos a hacerlo con la intensidad y a la velocidad que el Planeta necesita pero por eso es tan importante hacerlas bien nosotros, para que vean nuestro compromiso y servirles de modelo. Pero también es importante no criminalizar y entender las distintas realidades de los diferentes países. Sería injusto, por ejemplo, pedirle a los países en vías de desarrollo que hicieran el mismo esfuerzo que nosotros, que hemos conseguido desarrollarnos precisamente dañando el Planeta sin, como mínimo, ayudarles a pagar las facturas de unas prácticas más sostenibles. Europa sin duda está marcando la pauta con respecto al resto del mundo y España está en las mejores condiciones para liderar este camino. Si lo hacemos bien, estamos a tiempo no solo de no perder este tren, que tradicionalmente por nuestras circunstancias políticas hemos perdido muchos, sino de ser la máquina del tren. Creo sinceramente que este gobierno es el más consciente y más comprometido de la historia con la Sostenibilidad. Solo espero que los intereses creados y las presiones les dejen hacer. 

P: Pero los ciudadanos de a pie necesitamos saber qué podemos hacer y cómo. 

R: Es verdad. Yo mismo, antes de rodar la película EL SECRETO DE IBOSIM, no tenía mucha conciencia ni conocimiento de cómo cuidar el Planeta, más allá del tema de los plásticos y del reciclaje casero. Pero el tema es mucho más complejo, más amplio. Necesitamos primero conocer y entender el problema, para así tomar conciencia de la necesidad urgente de actuar en todos los ámbitos y en todos los hábitos de actuación y de consumo. Pero fíjese, estoy 100% convencido de que no hay ni una sola persona en el mundo a la que si le dijéramos qué, por qué, para qué y cómo hacer algo que mejore la vida de las personas y del Planeta, no lo hiciese. Estoy convencido. Por eso necesitamos visibilizar lo que se está haciendo bien y cómo eso redunda en beneficio de todos.

P: Pero los ciudadanos sentimos que los gobiernos y las grandes corporaciones son las que tienen realmente el poder de cambiar el Mundo 

R: Eso es verdad, pero es solo una verdad limitada. Mire, hablamos muchas veces como si las instituciones y las empresas fueran entes vivos independientes y no es verdad. Los gobiernos están formados por personas que son elegidas por los ciudadanos. Así que ahí, tenemos un poder extraordinario para, con nuestro voto, decirles a nuestros gobernantes cuál es la senda que queremos que sigan en esta materia. Y con respecto a las empresas, los ciudadanos tenemos también un poder enorme. Todos somos consumidores y con nuestros hábitos de consumo y elecciones podemos también premiar a los que lo hacen bien y castigar a los que lo hacen mal. Quiero decir con esto que en la medida en que los ciudadanos somos votantes y consumidores, podemos dirigir en gran medida la dirección de un barco en el que vamos todos navegando. Está en nuestra mano seguir dejando que el barco vaya a la deriva, lo que será malo para todos, o que reoriente su rumbo en la dirección de una mayor justicia social, de una mayor igualdad de oportunidades, de un crecimiento económico más equitativo, y de una mayor salud para los seres humanos y para el Planeta. Y esto pasa indefectiblemente por ser más sostenibles en todos los sentidos. 

P: ¿Y qué papel cree que deben jugar los medios de comunicación?

R: Mire, los medios de comunicación tienen un papel clave en este tema. Son creadores de conciencia y a la vez altavoces de lo que ocurre. Yo siempre he hablado del poder del audiovisual para cambiar el mundo, a mejor o a peor, según pongamos el foco y potenciemos unas u otras noticias, proyectos.. Los medios solo cuentan una verdad a medias cuando dicen que ellos solo se hacen eco de lo que pasa, y que muestran lo que la audiencia quiere ver. Esa es solo la mitad de la verdad. La otra mitad es que tienen el poder de generar modas, tendencias, de influir en lo que pensamos, en lo que comemos, en cómo vestimos… en definitiva de animar o desanimar a la gente a hacer mejor las cosas.. Yo creo que tienen la obligación y la posibilidad de generar contenidos y difundir lo que hacemos los creadores independientes, que estamos con nuestro trabajo a través del cine, los documentales, los programas, tratando de concienciar al mundo de esta necesidad de cambio a mejor.

“El reto es conseguir que los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas sean 17 compromisos de cada ciudadano, porque son buenos para nosotros como individuos, como sociedad, y como Planeta”

P: Dicen los expertos que el coronavirus ha tenido su incidencia positiva sobre el medio ambiente. ¿Seremos capaces de mantener esa tendencia cuando todo esto pase?

R: Esta pandemia lo que ha traído es un parón generalizado y global. No podemos tomarlo como referencia porque no es una situación sostenible ni a medio ni a largo plazo. Si yo dejo de comer un día a la semana, ¿estoy contribuyendo a mejorar la salud del Planeta por todo lo que implica mi ayuno? Depende. Si luego el resto de los días me sobrealimento para compensar, pues no habrá servido para nada. Pues esto es lo que ha sucedido con la Pandemia. No solo hemos recuperado los niveles anteriores de daño al Planeta en cuanto al consumo energético, contaminación, sobreexplotación,... sino que estamos por encima. Este parón, lo que sí ha servido es para pensar. Los ciudadanos nos hemos puesto frente al espejo, mirándonos de frente, y nos hemos hecho preguntas y reflexiones que normalmente por la velocidad a la que vivimos no nos hacemos: la muerte se ha presentado como una permanente compañera de viaje, y entonces ¿quién soy?, ¿qué hago aquí? ¿quiero seguir viviendo así?. ¿ qué sentido tiene todo esto? ¿cuáles son mis prioridades?… y muchos han encontrado respuestas… Y como sociedad la respuesta es SOSTENIBILIDAD. Creo que estamos comprendiendo que cuidar del Planeta es cuidar de nosotros mismos.

“Generación Sliving” es una gran oportunidad para las empresas de demostrar su compromiso con las personas y con el Planeta

P: Usted está trabajando en un nuevo proyecto audiovisual relacionado con la sostenibilidad, ¿Algún adelanto?

R: Se llama GENERACIÓN SLIVING, y se trata de un movimiento transgeneracional en el que cabemos todos, por eso lo de “Generación”. Y “Sliving” es un palabro inventado que hace referencia a la “S” de Sostenibilidad, “live” de vida en inglés e “ing” el gerundio en inglés que implica acción. Todos podemos formar parte de Generación Sliving y el único requisito es estar preocupados y dispuestos a hacer algo para mejorar la vida de las personas y del Planeta. Es una serie documental que va a funcionar como un contenedor de historias en las que todos tengamos cabida: las instituciones, las empresas, el mundo académico, expertos, medios de comunicación, personajes conocidos comprometidos y ciudadanos de a pie. Y todos unidos con un mismo propósito: construir un mundo más sostenible social, económica y medioambientalmente, y con los 17 ODS como marco de referencia. Será un formato innovador, entretenido y estará centrado en buscar ejemplos positivos que nos ilustren a los ciudadanos y nos ayuden a crear conciencia y a convertirla en un modo de vida. Recorreremos España buscando esas historias que sirvan de homenaje a quien ya está haciendo las cosas bien y de espejo en el que mirarnos. Todo el mundo está invitado a formar parte de esta Generación Sliving. 

P: ¿Será una iniciativa transmedia?

R: Por supuesto, como casi todo lo que se produce en este tiempo, pero iremos más allá. El objetivo en el que estamos trabajando es generar un fuerte compromiso por la sostenibilidad promoviendo un movimiento social que definirá nuestra forma de ser ciudadanos a estas alturas de siglo. Seguramente sea la iniciativa más transformadora que se haya hecho nunca en España en el ámbito de la concienciación sobre la sostenibilidad social, económica y medioambiental, que cuenta además con el apoyo y la colaboración de un gran grupo de comunicación como es Prensa Ibérica. 

P: ¿Cómo se va a financiar Generación Sliving?

R: A través de las empresas que van a participar en la serie. Generación Sliving es una gran oportunidad para las empresas de demostrar su compromiso con las personas y con el Planeta. En esta serie documental vamos a mostrar historias positivas de cómo sus buenas prácticas y su compromiso están ayudando a construir un mundo más sostenible social, económica y medioambientalmente. Ellas son el motor económico y de desarrollo de las sociedades y tienen una gran oportunidad de mostrar y demostrar lo que ya están haciendo en favor de la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad.