Francia ha impuesto multas de 150 millones de euros a Google y de 60 millones a Facebook por los procedimientos para rechazar las cookies en sus páginas, que son más complejos que los que conducen a su aceptación. El supervisor francés de la actividad digital justificó esas sanciones por el número de personas afectadas y por los “beneficios considerables” que esos gigantes estadounidenses de internet obtienen en ingresos publicitarios gracias a esas cookies.