El impacto del COVID sobre el mercado laboral gallego tiene un claro sesgo de género. El número de personas que trabajan o están en disposición de trabajar (población activa) en Galicia se redujo en 20.200 en 2020, el año de irrupción de la pandemia de coronavirus. De ellas, casi cuatro de cada cinco (el 77%) son mujeres. Son datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) recogidos en el Informe de Coyuntura Económica de la Provincia de A Coruña 2020 que presentaron ayer el Club Financiero de Santiago y la Diputación. La pérdida de activos a nivel provincial en ese año es más equitativa: 16.600 menos, el 54% mujeres y el 46% hombres.

El documento señala que “como cabía esperar” en 2020 se asiste a “una disminución importante del número de personas en situación de actividad”. “En conjunto, en Galicia se pierden en este año [2020] algo más de 20.000 personas activas, frente al descenso de 2.400 entre 2018 y 2019”, destaca, a la vez que pone de relieve la pérdida “notablemente superior en el caso de la población femenina”. De esta manera, “si bien en años precedentes las mujeres tenían un comportamiento más estable que los hombres en lo que se refiere a la actividad —apunta el texto—, el 77% de las personas activas que se pierden en 2020 son mujeres”.

La dedicación a tareas de cuidados o la falta de expectativa laboral en un momento de parálisis son causas que pueden explicar en parte la mayor pérdida de trabajadoras en el mercado laboral gallego. La caída de población activa, en cualquier caso, era ya tendencia antes del COVID. En 2010 había 1,3 millones de personas en Galicia (705.600 hombres y 598.800 mujeres) que o bien estaban trabajando o bien buscaban un trabajo. Una década después, al cierre de 2020 la población activa había bajado hasta 1,22 millones (638.500 hombres y 582.400 mujeres). En ese decenio, el mercado laboral gallego perdió al 6,4% de sus activos, 83.500 personas que fueron expulsadas del mundo del trabajo, bien por pasar a dedicarse a tareas no remuneradas, por emigrar o por jubilarse sin que haya un relevo generacional suficiente para compensar estas bajas.

En la comparativa entre 2010 y 2020 la caída de población activa en Galicia es eminentemente masculina (salieron del mercado 67.100 hombres y 16.400 mujeres), de manera que la población femenina ha ido afianzando su presencia hasta suponer el 47,7% de los trabajadores.

La provincia de A Coruña es la que concentra un mayor número de trabajadores, 514.400 (266.100 hombres y 248.300 mujeres) al cierre de 2020; seguida de Pontevedra (431.300) y a gran distancia, Lugo (147.400) y Ourense (127.800).

En la presentación del informe, el presidente del Colegio de Economistas de A Coruña, Miguel Vázquez Taín, recomendó hacer de la provincia un territorio atractivo para la inversión exterior, pues “A Coruña cuenta con unas fortalezas muy importantes”, pero “falta dar un paso más para aprovecharlas”, aseguró. El documento fue elaborado por un grupo de economistas integrado por los profesores de la Universidade de Santiago de Compostela Emilia Vázquez, María Bastida, Miguel Vázquez Taín y Maite Cancelo; así como por el profesor de Análisis Económico de la Universidade da Coruña David Rodríguez.

Maite Cancelo explicó que las mujeres no solo han sido expulsadas en mayor medida de la población activa en 2020 sino que representan también el 76% de la disminución de la población ocupada. Al respecto, concretó que la población parada registró en 2020 un incremento de 8.000 personas, de modo que Galicia acumuló un total de 146.700 personas paradas, de las que un 52,6 % son mujeres. Este aumento supuso interrumpir la senda decreciente iniciada en 2010, aunque las circunstancias excepcionales derivadas de la pandemia sugieren que será una situación pasajera.

Más servicios, poca industria

El informe vuelve a incidir en “fuerte dependencia” del sector servicios que acusa el mercado laboral de la provincia y la bajada de la industria. En la comarca de A Coruña las actividades terciarias suponen el 82,7% de las contrataciones, frente al 77,1% a nivel provincial y el 72,8 autonómico. El peso de la industria es 10,5% en el ámbito de comarcal, el 13,8 en la provincia y el 18,2% en Galicia.

Según los autores del estudio, los primeros datos de 2021 sobre el sector industrial se presentan “esperanzadores”, con un crecimiento de Valor Añadido Bruto industrial en Galicia del 1,2 %, similar al de España.

“Las exportaciones reales gallegas pasaron de los 14.900 millones de euros en 2010 a los 18.840 millones de 2020, lo que supone un aumento de cerca de 4.000 millones y una tasa media de crecimiento anual de 2,4% y eso, a pesar de la gran caída de las exportaciones en 2020 (-1.226 millones de euros)”, señala el estudio de coyuntura económica, que apunta que “en A Coruña los resultados son aún mejores, pasando de un valor de las exportaciones reales en 2010 de 6.022 millones de euros a los 7.818 millones de 2020”. Esto implica una tasa de crecimiento medio anual del 2,6%. “El mayor impacto de la crisis provocada por la pandemia sobre las ventas exteriores de la provincia —añade el texto— hace que el peso de las exportaciones en el conjunto gallego haya bajado 10 puntos con relación al último informe publicado con datos del 2017”.

El grupo de economistas pone el foco en que “el peso del textil en las exportaciones coruñesas (44,7%) es uno de los factores de la mayor caída de ventas desde la provincia que en la media gallega” a partir de la pandemia. “Otro de los sectores con elevado peso en las exportaciones coruñesas, el de coquerías y refino de petróleo (6,9% en 2020) ha experimentado una importante pérdida en el año de crisis (46,3 %) como ya se vio reflejado en la caída de las importaciones desde países de la OPEP”. En contraste, aumentó la exportación de material de transporte por “la venta de algún barco de la factoría de Ferrolterra”.

La exportación coruñesa crece a un ritmo del 2,6% anual

El informe económico de la Diputación de A Coruña y el Club Financiero de Santiago incide también en el auge de las exportaciones de la provincia de A Coruña, que crecen un promedio anual del 2,6% en la última década. El diputado de Empleo, José Ramón Rioboo, destacó en la presentación que “se trata de una guía” para las áreas económicas de los ayuntamientos e incidió en la importancia de que las administraciones públicas fomenten “estudios como este, que dan una visión exacta de la situación económica, lejos de cualquier subjetividad política”.