Lidl tenía derecho a comercializar su robot de cocina y no copió ningún producto patentado de Thermomix. La sección 15 de la Audiencia de Barcelona ha estimado el recurso interpuesto por Lidl contra Vorwerk (titular de la marca Thermomix) en el pleito que les enfrentó por la comercialización de su robot de cocina. En una sentencia dictada el pasado 13 de enero, el tribunal de la sección 15 de la Audiencia de Barcelona, estima el recurso interpuesto por Lidl contra la sentencia dictada por el juzgado mercantil 4 de Barcelona que resolvía que el supermercado había invadido la patente del robot de cocina Thermomix y la condenaba a la retirada de todos sus robots de cocina Monsieur Cousine Connect.

Los magistrados de la Audiencia de Barcelona consideran que la patente en la que Vorwerk se fundamentaba para imputarle la infracción de sus derechos es nula por dos razones diferentes. En primer lugar por la existencia de "materia añadida" por "haberse ampliado la protección de forma ilegítima en el curso de la tramitación de la patente". También considera que la patente de la Thermomix "no disponía de actividad inventiva". La Audiencia estima además que, incluso en caso de que la patente no fuera válida, no existía infracción por parte de Lidl de la patente Vorwerk.

Según la sentencia, se estima el recurso de apelación interpuesto por Lidl contra la sentencia que supuso la comercialización de su robot de cocina dictada en enero del 2021. Como consecuencia se desestima "íntegramente" la demanda de Vorwerk y se le imponen las costas del proceso. "Declaramos la nulidad de la patente española ES 2 301 589, validación de la patente europea EP 1 269 898, que lleva como título "Máquina de cocina" y condenamos a la demandada a las costas de la reconvención. No hacemos imposición de las costas del recurso, con devolución del depósito".

El juicio se centró en cuestiones técnicas que pretendían justificar el carácter diferencial de la Thermomix con respecto al robot de cocina de Lidl. Otros muchos electrodomésticos tienen las mismas funciones, pero Vorwerk intentaba proteger su mercado, no en vano su aparato tiene un precio 10 veces superior a otros. La sentencia se centra en un elemento que pretendía ser diferencial y que consistía en los mecanismos de seguridad por la que se paraban las aspas al abrir el conducto de introducción de ingredientes. "La conclusión a la que llegamos es que no existe infracción porque el robot de cocina de la demandada (de Lidl) no reproduce esa secuencia necesaria para que se pueda intervenir con seguridad en el vaso de agitación. En el robot de cocina de Lidl la tapa se puede abrir sin necesidad de ninguna acción previa, es decir, sin necesidad de detener previamente el mecanismo agitador y es esa apertura o desenclavamiento de la tapa por medio de un pequeño giro sobre su eje la que determina la detención del mecanismo agitador, si bien no de forma inmediata", afirma la sentencia.

Vorwerk alegó que Lidl había violado su patente

En el proceso, el grupo alemán alegó que Lidl había violado su patente y exigía una indemnización de daños y perjuicios del 10% sobre el importe bruto de la cifra de ventas de los productos presuntamente infractores.

El robot de cocina de Lidl se convirtió en un éxito de ventas. A diferencia de la Thermomix de Vorwek, cuyo precio supera los 1.250 euros, la de Lidl salió al mercado por unos 360 euros con especificaciones parecidas. Otras marcas, como Moulinex, Cecotec y otras, comercializan robots de cocina similares a la Thermomix pero con precios considerablemente más bajos aunque especificaciones técnicas similares, por lo que una sentencia favorable a la Thermomix podría haber supuesto un rosario de demandas. Lo que hacía a los robots de Lidl y Thermomix bastante parecidos es su capacidad para conectarse a internet para seguir las recetas, ya que la utilización de aspas rotativas y calor en un solo aparato es común a otros muchos dispositivos de este tipo. 

Uno de los elementos con los que pretendía justificar Thermomix la usurpación de patente fue la capacidad de pesar con precisión (de un gramo) mientras se está cocinando, mientras que en otros sistemas se requiere parar la máquina para realizar el pesado de ingredientes que se van añadiendo en el recipiente mezclador. Esa invención haría a la Thermomix diferente de otros robots de cocina. En la máquina de Lidl no es posible pesar mientras se cocina.

Lidl negó que su producto infringiese ninguna patente y dirigió frente a Vorwerk una "demanda reconvencional" solicitando la declaración de nulidad de la patente por "falta de novedad", por "falta de actividad inventiva" y por "adición de materia". La sentencia estima los argumentos de Lidl.

En España se venden del orden de 150.000 unidades de Thermomix al año. La diferencia de precio entre el electrodoméstico Thermomix y sus competidores se asienta en el propio sistema de ventas, basado las llamadas 'demostradoras', vendedoras que visitan la vivienda del cliente para hacer una demostración de la máquina. Irrumpir en el hogar del cliente acelera la decisión de compra y crea vínculos entre la marca y sus fieles compradores. Además, solo los clientes con capacidad adquisitiva suficiente son capaces de asumir la entrada en su cocina de un extraño. Sin embargo, la máquina de Lidl destrozó los planes de negocio futuros de Thermomix, que confiaba en potenciar la suscripción de pago a su servicio de internet Cookidoo, de acceso de recetas de cocina a través de internet. Este servicio costaba el año pasado 36 euros al año y da acceso al portal digital oficial de recetas de Vorwerk. Las recetas se almacenan en la máquina del cliente (en torno a un centenar) cuando se descargan, pero desaparecen si se da de baja del servicio de pago. En la máquina de Lidl, el libro de recetas de internet es accesible con la máquina, al margen de que la guía por pasos no ofrece exactamente la misma funcionalidad.