Posibles cambios en el rompecabezas para encontrar sucesor a las fábricas de Nissan en Cataluña. La comisión de reindustrialización -formada por el Ministerio de Industria, la Generalitat, Nissan y los sindicatos- reunida este viernes ha propuesto a la empresa Silence que se instale en los terrenos de Zona Franca y que los comparta con la alianza del 'hub' de la electromovilidad liderado por la consultora QEV. El plan hasta ahora era que Silence se instalará en los terrenos que dejan los nipones en Montcada i Reixac -como estaba planteado inicialmente-, pero es una opción que está sobre mesa ante problemas sobrevenidos con otros terrenos que antes ocupaba el fabricante nipón.

Nissan deja tres terrenos industriales en Catalunya. El más grande, de 517.000 metros cuadrados, en Zona Franca, cerca del muelle, en una posición privilegiada a nivel logístico y propiedad del Consorci de la Zona Franca. Y luego hay dos fábricas auxiliares: una en Sant Andreu, propiedad de un particular, y otra en Montcada i Reixac, propiedad de Nissan. Y hasta ahora el conglomerado de empresas que tenían que entrar a suceder a Nissan era el siguiente: el 'hub' se quedaba Zona Franca, a falta de acabar de concretar si compartía dichos terrenos con más empresas. Sant Andreu iba también para el 'hub', concretamente allí quería instalarse uno de sus participantes, Ebro, para fabricar pick-ups. Y en Montcada i Reixac pretendía instalarse Silence, que tenía el proyecto más consolidado y avanzado.

No obstante, fuentes conocedoras de la reindustrialización explican que el propietario de los terrenos de Sant Andreu ha declinado seguir vinculado a la comisión y afirma tener el interés de otro proyecto, también industrial, que quiere alquilarle los terrenos e instalarse allí. Lo que ha obligado a la Administración, Nissan y los sindicatos a recomponer el mapa. Ahora se abren dos opciones: por un lado, que el 'hub' se limite a Zona Franca y Silence en Montcada, o, por el otro, activar un 'plan B'. Según este, el 'hub' se quedaría con una porción mayoritaria de Zona Franca y con toda Montcada i Reixac. Y a Silence se le ofrecería seguir vinculada al proceso y reservaría un espacio minoritario de unos 35.000 metros cuadrados (sobre 517.000 metros) en Barcelona. Varias fuentes tanto del Ministerio de Industria como del la conselleria de Empresa no son partidarias de activar este plan B, pero reconocen que todos los escenarios están abiertos.

La opción de que Silence acabará recalando en Zona Franca era algo que inicialmente ya manejaba esta firma comparada recientemente por Acciona. Ya en mayo del 2020 manifestó su interés por parte de los 517.000 metros cuadrados que Nissan iba a dejar en la capital catalana, tal como avanzó El Periódico, por más que la introducción y suma de diferentes actores a posteriori fue reubicando su proyecto al extrarradio metropolitano. Por dimensiones, según explican fuentes conocedoras de la reindustrialización, los 35.000 metros que la comisión ofrece a Silence serían similares a las dimensiones de Montcada, con el añadido de que las obras que necesitaría hacer Silence para instalarse serían menores. No obstante, esas mismas fuentes también señalan que desde Silence no han encajado bien el cambio de planes y que insiste en seguir con la opción Montcada.

Logística sí, pero vinculada con el 'hub'

La fotografía final de cómo quedará la sucesión de Nissan todavía no está definida y las partes volverán a reunirse a finales de febrero. Durante este mes Silence deberá acabar de dirimir si le interesa el 'plan B' que le ha ofrecido la mesa. Y el 'hub' liderado por QEV deberá acabar de concretar la magnitud, viabilidad y composición de su proyecto. Actualmente el consenso instaurado entre Administración, sindicatos y Nissan es que el 'hub' se quede con algo más de 460.000 de los 517.000 metros cuadrados que deja Nissan en Zona Franca y que dentro de dicho espacio instale un proyecto logístico, que deberá estar estrechamente vinculado con las necesidades productivas del 'hub', aunque será necesario que mercantilmente forme parte del mismo.

Dichos terrenos están fuertemente codiciados por el sector logístico, que ambiciona colocar sus propias instalaciones, pero sin vinculación industrial. Varios fondos ya han manifestado su interés, como el grupo inmobiliario Goodman, JLL y Merlin Properties.