El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) anuló ayer la multa récord de 1.060 millones que la Comisión Europea impuso hace más de una década al grupo informático Intel por abusar de su posición dominante con el objetivo de tratar de expulsar a sus rivales, especialmente a AMD, del mercado de microprocesadores. Intel había sido castigado por conceder fuertes descuentos e incluso pagos a fabricantes para que no utilizaran procesadores de AMD.