Abanca obtuvo un resultado de 323,3 millones de euros en 2021, un ejercicio marcado por la mejora de la rentabilidad estructural y avances en materia de sostenibilidad, en un entorno de gran complejidad. En rueda de prensa, el presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha dicho que 2021 fue "francamente bueno", a pesar de que "ha sido un año muy retador". "Hemos salido reforzados de la crisis", ha sentenciado. De hecho, valora que se ha conseguido "batir" marcas en determinados segmentos de negocio respecto a antes de la pandemia, tales como hipotecas, créditos a autónomos y pymes, así como un incremento "considerable" de clientes.

La entidad basó su resultado en el aumento de los ingresos recurrentes, con un avance del 6,2% en el margen básico. En paralelo, continuó con las medidas de control de gastos, lo que permitió mejorar el margen recurrente un 33,1% hasta alcanzar los 241 millones.

Tras la incorporación de Bankoa y el negocio de Novo Banco en España, que Escotet valora como "un éxito", mejora su rentabilidad estructural, con un crecimiento tanto de negocio (aumenta un 57% respecto a 2018 y un 9,7% para el sector) como de rentabilidad (los ingresos aumentan un 26,3% mientras que el sector pierde un 5,4%).