Los principales bancos españoles cerraron más de 3.000 oficinas en España durante el año 2021, el 19,4% de su red, y finalizaron el ejercicio con alrededor de 12.100 empleados menos, lo que representa un recorte de plantilla en el país del 8,6%, según revelan los datos de las siete principales entidades bancarias españolas. El sector bancario ve desde hace años sus márgenes presionados por el entorno de tipos de interés negativos y el aumento de la competencia ante la llegada de nuevos operadores tecnológicos, una situación que se ha visto exacerbada por la irrupción de la pandemia del coronavirus.

Las principales palancas que han utilizado las entidades para ganar eficiencia son la inversión en tecnología, los procesos de fusión y la redimensión de la red de oficinas. La pandemia también ha provocado una aceleración de tendencias, como es el caso de la digitalización, lo que ha motivado una nueva oleada de consolidación, como las de CaixaBank y Bankia, Unicaja y Liberbank o Abanca y Banco Caixa Geral, Bankoa y Novo Banco, que ha venido acompañada de planes de ajuste de empleo y oficinas.

Este proceso fue especialmente intenso en 2021, un año en el que seis de las siete principales entidades españolas llevaron a cabo Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en España. Solo Bankinter se mantiene ajeno a estos procesos.