Los 140 trabajadores de R en Galicia, 130 de ellos en A Coruña, afrontan con “inquietud” los nuevos tambores de fusión que apuntan a una unión al 50% entre Orange y MásMóvil, dueño de la marca gallega, en España. La concentración del tercer operador (Orange) y el cuarto (MásMóvil) daría lugar al primer grupo de telecomunicaciones del país por número de clientes.

El planteamiento en el que trabajan ambas compañías es la integración a partes iguales, según avanzó ayer Expansión. De fructificar esta vía, el grupo francés Orange, por un lado, y los fondos de inversión KKR, Cinven y Providence (que controlan MásMóvil), por otro, se repartirían el accionariado y por tanto, el poder en el futuro operador.

Entre la plantilla de R “hay inquietud e incertidumbre”, constata el presidente del comité de empresa, Javier Gómez. MásMóvil se comprometió a mantener a red territorial de Euskaltel —la asociada tanto a R en Galicia, como a Telecable en Asturias y a Euskaltel en el País Vasco— y a respetar el empleo. Y así lo ha hecho hasta el momento. Pero la plantilla teme que las cosas cambien si entra en juego un nuevo operador. “La gente se da cuenta de que tanto Orange como Vodafone, sobre el que también se ha hablado de fusiones, son grupos que cuando han tenido proceso de concentración han aplicado regulaciones de empleo”, señala el portavoz de los trabajadores de R, que de momento carece de información oficial.

Cuarto cambio de propiedad

La fusión de MásMóvil con Orange supondría el cuarto cambio de propiedad relevante en la historia del operador gallego de cable R, que nació en 1998 vinculado a Caixanova y otras empresas de la comunidad (Gadisa, Hijos de Rivera, y Jealsa, entre otras). En 2010 el fondo de capital riesgo británico CVC Capital Partners se hizo con el 70% del capital (Caixanova mantuvo el 30% restante). En 2015 fue comprada por el grupo Euskaltel y el pasado agosto pasó a manos de MásMóvil, con la absorción del grupo vasco y sus tres marcas regionales, Euskaltel, R y Telecable.

Orange evitó ayer hacer declaraciones sobre las negociaciones con el cuarto operador del mercado, al que también se ha ligado en las últimas semanas a Vodafone como posibilidad para consolidar el mercado español de telecomunicaciones.

Los mercados sí mostraron reacción. Las acciones de Orange subían a las once de la mañana un 2,4% ante la posibilidad de que la compañía se fusione con MásMóvil en España para crear el mayor operador por clientes del mercado español.

El consejero delegado de Vodafone, Nick Read, aseguró la semana pasada en una conferencia con analistas que tampoco descartaba ningún escenario en operaciones corporativas como la que involucraría a MásMóvil, incluso contar con una participación minoritaria. Cualquiera de las dos fusiones formaría el mayor operador en clientes de España, si bien seguiría detrás de Telefónica (Movistar) en ingresos.

La semana pasada, Jean-François Fallacher, consejero delegado de Orange en España, apuntó que “España es uno de los mercados de telecomunicaciones más fragmentados de Europa. “Desde este punto de vista —dijo declaraciones a La Nueva España, diario del mismo grupo que LA OPINIÓN— consideramos positiva cualquier operación de consolidación del mercado porque siempre llevará a la creación de operadores más fuertes y, por tanto, con mayor capacidad de inversión”.