Con la inflación disparada en el 7,6%, la incertidumbre sobre la guerra en Ucrania estremeciendo a los mercados y con una negociación salarial difícil en marcha, UGT lanza un estudio en el que recuerda que los salarios que cobran la mayoría de los españoles se sitúan muy cerca de los 1.000 euros al mes, y que son cantidades un 26,4% inferiores a las que reciben los trabajadores de otros países de la Eurozona. En concreto, son un 37,7% más bajos que los de Alemania, un 30,3% más reducidos que los de Francia y un 5,2% respecto a los de Italia, con las cifras de la OCDE, tal y como recoge El Periódico de España.

La brecha con los socios de la moneda única, además, ha ido aumentando. Desde el año 2000, apunta el sindicato, los sueldos de los españoles han registrado una caída acumulada de 1,1 puntos, mientras que los del resto de países del euro tomados en conjunto aumentaron un 12,5%. La brecha se ha agrandado especialmente (y paradójicamente) con la recuperación que siguió a la crisis financiera, a partir de 2015; en el último año con datos disponibles, 2020, el salario medio retrocedió en España de forma más abrupta (-2,9%) que en el resto de la Eurozona.

Poco más de 1.000 euros

El documento del servicio de estudios de UGT apunta que el salario mediano de los españoles en 2019 (último dato disponible) era de 20.351 euros al año, lo que supone 1.450 euros brutos al mes y un poco menos de 1.200 euros mensuales netos; es decir, el 50% de los trabajadores españoles cobra menos de esa cifra. Con los datos de la moda (el salario más frecuente), el sueldo es todavía inferior: 18.490 euros anuales, que son 1.320 euros brutos mensuales y 1.100 euros que entran verdaderamente en el bolsillo del empleado. La situación es además peor para las mujeres por la brecha de género, que se sitúa en el 19,5%.

Para el sindicato, éste es "el contexto en el que deben analizarse situaciones como el elevado precio de la vivienda, tanto en alquiler como en propiedad, o la incidencia de aumentos de precios de productos y servicios esenciales como la electricidad, que en el último año ha crecido un 46%". En este sentido, UGT recuerda que "tener un empleo remunerado no garantiza a una persona escapar de una situación de vulnerabilidad, puesto que hasta un 11,8% de los trabajadores y trabajadoras (2020) en España se encuentran en riesgo de pobreza, el segundo peor dato de la Eurozona".

Medidas extraordinarias

Para combatir esta situación, UGT pide “medidas extraordinarias para proteger la capacidad adquisitiva de las personas trabajadoras”, como incluir la previsión de inflación en las subidas salariales pactadas en convenio, que las cláusulas de revisión salarial vuelvan a ser “un elemento clave en la negociación” de los pactos de empresa y de sector y que todo ello se consagre en un acuerdo en la mesa que tienen abierta UGT, CCOO y CEOE para establecer los criterios salariales para los próximos meses y años.

Además, piden una actuación internacional coordinada para “racionalizar las lógicas de funcionamiento de los mercados energéticos, extender las redes de protección social y obtener recursos puntuales de aquellas personas o empresas que están obteniendo beneficios extraordinarios”.

El sindicato saluda la reciente subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.000 euros al mes e insta a que se siga avanzando para situarlo en el 60% del salario medio del país en 2023, tal y como se ha comprometido el Gobierno; no obstante, puntualizan que el 60% "puede no ser suficiente para vivir dignamente si el salario medio en cuestión es bajo", que es lo que ocurre en España, "donde la mayoría de la población cobra poco más de 1.000 euros netos al mes". Por ello, recomiendan actuar además modificando tanto el sistema productivo del país como la regulación laboral para promover trabajos de alto valor añadido que paguen buenos sueldos.