La Opinión de A Coruña

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Crisis energética

Proveedores temen paradas “de meses” por las tensiones de energía y materiales

El coste energético de fabricar un coche se quintuplicó en un año | Las empresas, al límite y sin margen de beneficio | Ceaga busca oportunidades de compra agrupada de luz y gas

Imagen de fondo: miles de vehículos de Stellantis, a la espera de embarque en Bouzas.

La situación de la industria del automóvil es “altamente preocupante”. Directivos del sector consultados por este periódico temen que la escalada desbocada de los costes energéticos y de las materias primas (sobre todo, los metales), sumada a las fuertes tensiones logísticas arrastradas desde el estallido de la pandemia del coronavirus acabe convirtiendo las semanas de parada en “meses”. Algunos fabricantes de componentes están “vendiendo a pérdidas” porque los márgenes prácticamente se han diluido y el coste energético de fabricar un vehículo se ha multiplicado por cinco en un solo año. Solo en Galicia, la industria del motor emplea a más de 20.000 trabajadores en un centenar de empresas en las que en la mayoría de casos ya se están poniendo sobre la mesa nuevas medidas de flexibilidad laboral (ERTE) para adaptarse “a lo que viene”.

El capítulo de la energía es uno de los que más preocupan a las empresas, que ven cómo las facturas de la luz y el gas se comen sus ganancias. El Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga) reconoce el “impacto directo en el coste del producto”, aunque es un problema a nivel global. El sector gallego lleva años realizando compras agrupadas de electricidad en busca de los mejores precios y la comisión encargada de estas gestiones mantiene reuniones semanales en busca de “oportunidades de mercado que permitan rebajar la carísima factura energética actual”. “Esta comisión de Ceaga también está expectante para ver las conclusiones a las que llegue Europa en cuanto al precio de las energías”, apuntan desde el clúster gallego.

La abultada factura eléctrica que pagan los proveedores impacta de forma directa en su competitividad, sobre todo teniendo en cuenta que la industria paga el doble por la luz en España que en Francia, principal país de origen de las multinacionales de automoción instaladas en Galicia. Fuentes de Stellantis en Zaragoza reconocen que el coste energético de producir un coche se ha quintuplicado en un año, una situación que en Vigo incluso podría ser peor teniendo en cuenta que la planta gallega carece de un enganche a la red de Muy Alta Tensión (MAT), lo que encarece su factura. De hecho, la primera planta de coches de España por volumen de producción es la única de todo el país conectada a la red de 132 kilovoltios por la dejadez de los sucesivos gobiernos centrales desde hace más de diez años.

¿Cómo se las apañan las empresas para ahorrar luz y gas? Además del programa de compras agrupadas al que están adheridos la mayoría de socios de Ceaga, las fábricas apuestan por la innovación y autosuficiencia energética. Stellantis Vigo, la cabeza tractora del sector, ha lanzado un concurso para la instalación de paneles solares en las cubiertas de sus naves, siguiendo el ejemplo de lo que han hecho otras factorías del grupo en Francia o España (Madrid y Figueruelas ya tienen plantas fotovoltaicas operativas) que está a punto de resolverse y apuesta por la Inteligencia Artificial aplicada a procesos para ahorrar. El centro ha implantado por ejemplo un sistema de gestión inteligente de la estufa de Cataforesis en Pintura para una mayor eficiencia en la explotación de la instalación. La cataforesis es uno de los tratamientos al que se somete la carrocería para obtener una buena resistencia física a la corrosión. Este software regula el consumo de las estufas (gas y electricidad) y reducir significativamente las emisiones de CO2, asegurando la sostenibilidad de este proceso sin comprometer ni la eficiencia ni su calidad. Se alimenta del big data de Pintura y tiene capacidad de autoaprendizaje.

Las claves

  • Concatenación de crisis demoledora

Es una tormenta perfecta para la industria: electricidad, gas y materias primas por las nubes y una logística dañada desde el estallido del covid.

  • Incapacidad para renegociar

Uno de los problemas de los proveedores es que no pueden repercutir la subida brutal de los costes sobre los fabricantes de automóviles.

  • Paradas de semanas pueden ser meses

El sector teme que si sigue la tensión en los mercados y los precios, las paradas de producción que ahora son de semanas pasen a “meses”.

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