Con el precio de los carburantes en máximos y la contención del consumo en los últimos días, sobre todo tras conocerse que el Gobierno iba a trasladar a los conductores la misma bonificación acordada con los transportistas, el estreno ayer de los nuevos precios del gasóleo y la gasolina dejaron ayer imágenes de largas colas en las estaciones de servicio, desbordadas por la afluencia y el colapso en algunos casos de sus propios sistemas de cobro para aplicar la rebaja. Son 15 céntimos menos por litro a cargo de la caja del Estado y otros, al menos, 5 céntimos que tienen que aportar las grandes petroleras, con la obligación de mantener a la vista el coste real.

Clientes repostando en una estación de servicio. | // MARTA G. BREA

Repsol, el operador dominante en Galicia y en todo el Estado, admitió incidentes en su red de gasolineras a primera hora del día, obligándole a cierres puntuales. Tanto el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), Juan Vieites, como la CEOE, alertaron ayer de posibles cierres de estaciones de servicio al tener que adelantar el dinero, aunque la propia patronal del sector se quejó más del poco margen para adaptarse. “Nos hemos enterado a través del Boletín del Estado con tan solo 48 horas de margen”, lamentaron los portavoces de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (Ceees). La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pidió “tranquilidad” y recordó que la web para solicitar los adelantos a su departamento está ya activa: “Estamos hablando de días. No comparto el argumento. Es una situación que empieza hoy, se descargan el formulario y la semana que viene empiezan a recibir el anticipo”.

Al caos en las estaciones de servicio se le suma un inesperado lío sobre quién cargará con el coste de los descuentos y que anticipa un choque entre el Ejecutivo y las grandes petroleras. El macrodecreto de medidas contra el impacto económico de la guerra contemplaba que los grupos con refinerías y con una facturación anual por encima de 750 millones de euros (en la práctica, solo Repsol, Cepsa y BP) estaban obligados a realizar una prestación patrimonial a Hacienda de 5 céntimos de euro por cada litro de combustible vendido hasta el 30 de junio como parte del descuento impuesto por el Gobierno.

Repsol y Cepsa anunciaron ayer cambios en las rebajas adicionales aplicadas desde hace días en sus cerca de 4.800 gasolineras para ampliar los descuentos finales de los que se beneficiarán los clientes y que pueden llevar a que el Gobierno cargue íntegramente con 20 céntimos de descuento también para la red de estaciones de las dos mayores petroleras españolas. Ambas petroleras asumen que el texto del real decreto aprobado esta semana obliga al Gobierno a asumir los 20 céntimos de descuentos en su red de gasolineras y no solo los 15 céntimos que, en principio, iba a soportar en el caso de las ventas de las grandes petroleras.