Terremoto en Silicon Valley. Elon Musk ha lanzado una oferta de 43.000 millones de dólares (casi 40.000 millones de euros) para hacerse con el control total de Twitter. En una carta a los inversores de la red social, el hombre más rico del mundo (tiene una fortuna de 219.000 millones de dólares) les ha propuesto comprar su participación a un precio de 54,20 dólares la acción, más del doble de lo que valían hace dos semanas cuando se dio a conocer que había comprado un 9,20% de la plataforma, lo que lo convertía en su máximo accionista individual.
“Es mi mejor y última oferta”, ha asegurado el magnate, cofundador de PayPal y al frente de compañías como Tesla o SpaceX. “Si no se acepta tendría que reconsiderar mi posición como accionista”, ha reconocido. Con esta OPA hostil, Musk busca poseer la totalidad de Twitter para impulsar cambios y “desbloquear” su “potencial extraordinario”.
Tan sólo seis días después de anunciarse que Musk entraba en la junta directiva de Twitter, el empresario dio marcha atrás y decidió no hacerlo. Ese gesto abrió un ventanal de especulaciones y posibilidades, entre las que estaba la de lanzar una oferta de compra de la plataforma. Y es que los miembros del consejo de administración no pueden comprar más del 14,9% de acciones de compañía. Desde fuera, Musk deja de tener las manos atadas y así ha podido lanzar esta OPA hostil. La adquisición de acciones de Twitter se haría en efectivo.
“Esto no es una amenaza, simplemente (Twitter) no es una buena inversión sin los cambios que deben realizarse”, ha asegurado.
De tener éxito en su ofensiva, Musk busca “transformar” la red social, una de las más importantes del mundo en la configuración de la opinión pública. “He invertido en Twitter porque creo en su potencial para ser la plataforma de la libertad de expresión alrededor del mundo y creo que la libertad de expresión es el imperativo social para una democracia que funcione”, ha remarcado en su carta a los accionistas.
Ese mensaje no es una sorpresa. Musk lleva meses criticando las políticas de moderación de contenido de Twitter impulsadas para limitar la proliferación de discurso del odio y de la desinformación.
