La Opinión de A Coruña

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El Gobierno prevé aumentar el 6% las pensiones y el 2% los sueldos públicos

El Plan de Estabilidad rebaja del 7% al 4,3% la previsión de crecimiento en 2022 y mantiene el 3,5% para 2023 | Eleva a 1,5 millones de puestos la creación de empleo en cuatro años

La economía española crecerá el 4,3% este año y el 3,5% en 2023, según las nuevas previsiones oficiales presentadas ayer por la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, “sobre la base de la máxima prudencia”. El nuevo cuadro macroeconómico recorta en 2,7 puntos la previsión anterior del Ejecutivo para este año y recoge el impacto que la guerra en Ucrania tendrá sobre la actividad española por la crisis energética, la inflación y el empeoramiento del comercio internacional; además, se alinea con las proyecciones avanzadas en las últimas semanas por el Banco de España, la Autoridad Fiscal y el FMI.

Las nuevas proyecciones macroeconómicas forman parte de la actualización del Plan de Estabilidad 2022-2025 que todos los estados miembros deben remitir a la Comisión Europea antes de finalizar abril. Estas previsiones son la base para establecer las previsiones de déficit y deuda pública hasta 2025 sobre las que el Gobierno deberá empezar a confeccionar los Presupuestos para 2023.

Según explicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, las cifras remitidas a Bruselas incorporan la subida de las pensiones y de los sueldos públicos de acuerdo a la inflación prevista. Así, en particular, se anticipa una subida de las pensiones del 6% en 2023 (en línea con la previsión de inflación media este año) y un alza del 2% del sueldo de los funcionarios (en línea con la inflación prevista para el año próximo). En todo caso, la subida definitiva de las pensiones en 2023 dependerá del dato de inflación media de noviembre de 2023 respecto a noviembre de 2022, tal como establece la reciente reforma de la Seguridad Social.

PIB y empleo

Además de rebajar hasta el 4,3% la previsión de crecimiento del PIB en 2022, para 2023 se mantiene sin cambios en el 3,5% y para 2024, se eleva del 2,4% respecto del 2,1% que figuraba en el Plan de Estabilidad del año pasado. Para 2025 se prevé un crecimiento del 1,8%. Bajo esta senda, el Gobierno prevé que no se recuperará el nivel del PIB previo a la pandemia hasta el primer semestre de 2023.

En relación a la creación de empleo, llama la atención que el recorte de las previsiones de crecimiento del PIB no conllevan unas menores tasas de creación de empleo, sino lo contrario, en una tendencia que el Gobierno atribuye a la reforma laboral, entre otros factores. Así, se eleva del 2,7% al 3% el crecimiento del empleo previsto para 2022 y del 1,1% al 1,7% el estimado para 2023. Para 2024 se prevé una tasa del 1,8% (frente al 0,9% previo) y para 2025 se apunta el 1,5%. En total, se estima la creación de 1,5 millones de empleos en cuatro años. Según el nuevo escenario, la tasa de paro pasará del 14,8% de 2021 hasta el 9,6% en 2025, por debajo del 10%.

La actualización del Plan de Estabilidad no incorpora previsiones de inflación. En su lugar sí proyecta las tasas sobre el deflactor del PIB y el deflactor del consumo, un concepto que se aproxima al del IPC que elabora el INE. En particular, el Gobierno prevé un deflactor del consumo del 6,1% para 2022; del 2,2% para 2023; y del 1,6% para 2024 y 2025.

Después de haber cerrado 2021 con un déficit equivalente al 6,76% del PIB en 2021, las previsiones sobre las cuentas públicas presentadas por la ministra Montero sitúan en el 5% el previsto para 2022. Para 2023 se prevé una tasa del 3,9% del PIB; para 2024, del 3,3%; y del 2,9% para 2025, ya por debajo del límite del 3% que establece el procedimiento de déficit excesivo en la Unión Europea.

Estas previsiones están formuladas “a políticas constantes”, según resaltó Montero. Las perspectivas incorporan la actualización de las pensiones y de los salarios públicos de acuerdo a la inflación, pero no una posible reforma fiscal futura. También incorporan el incremento del gasto en defensa en dos décimas de PIB en 2023 y una décima adicional tanto en 2024 como en 2025 de cara a cumplir el compromiso marcado por la OTAN de llegar al 2% del PIB en el año 2030.

La previsión de déficit del 5% del PIB para 2022 se mantiene invariable pese al recorte de la proyección de crecimiento económico para este año “gracias al buen resultado de la recaudación de 2021”, según la ministra de Hacienda.

Para el caso de la deuda pública, el Gobierno prevé una ligera reducción desde el 118,4% del PIB de 2021, hasta el 115,2% en 2022; el 112,4% en 2023 y el 110,9% en 2024 y el 109,7% en 2025, gracias al crecimiento económico y —según Calviño— al menor tipo de interés medio del saldo de la deuda y al alargamiento de sus plazos de vencimiento. “Llegaremos a 2025 con un déficit por debajo del 3% y con una deuda inferior al 110% del PIB”, resumió Calviño.

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