El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ha procesado a Iberdrola Generación, filial de la multinacional española Iberdrola, por supuesto encarecimiento artificial del precio de la luz entre los meses de noviembre y diciembre de 2013 con un beneficio para la eléctrica de hasta 21,5 millones de euros y un coste para los usuarios de 7 euros por megavatio-hora más que si hubiera libre concurrencia, según el auto fechado el pasado 26 de mayo al que ha tenido acceso El Periódico.

El titular del juzgado central de Instrucción número 2 acuerda continuar la causa que arrancó en 2017 con una denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción a raíz de una multa de 25 millones de euros impuesta en 2015 por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) por manipulación del precio de la energía eléctrica y en la que se incluyen también a cuatro directivos de la compañía como participantes en los hechos. Son el entonces director de gestión de la energía, Ángel Chiarri; responsable de optimización, gestión de recursos y trading, Gregorio Relaño; responsable de gestión de activos, José Luis Rapún; y responsable de mercados a corto plazo y generación global, Javier Paradinas.

"Tras la práctica de numerosas diligencias probatorias -testificales, documentales y periciales-" ha resultado "indiciariamente" acreditado "el artificial incremento del precio de la energía eléctrica que vendía Iberdrola" entre el 30 de noviembre y el 23 de diciembre de 2013, dice el auto, adelantado por Voz Populi. Durante ese periodo la compañía ofertó la energía eléctrica procedente de sus centrales hidráulicas de Duero, Sil y Tajo "por encima del precio de mercado diario". Al tener estas centrales un precio tan alto, incluso más que el de los ciclos combinados, la casación con la demanda se produjo con centrales de gas con "un coste superior y en un rango de precios también más elevado situado entre los 80 y los 90 euros frente a la media de precios de la energía proveniente de las centrales hidráulicas situado entre 45 y 55 euros".

"La consecuencia de las acciones ejecutadas por Iberdrola fue la subida del precio de la energía eléctrica en, aproximadamente, 7 euros por megavatio-hora generando un perjuicio a la demanda que alcanzó los 105 millones de euros", dice el auto. Según la Fiscalía estos hechos podrían ser constitutivos de un delito del Código Penal. La decisión, que puede ser recurrida por las partes, otorga a las acusaciones un plazo de diez días para solicitar la apertura de un juicio oral.

Por su parte, fuentes de la compañía eléctrica indican que este procedimiento es el "traslado de una normal cuestión de discrepancia administrativa" entre la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) e Iberdrola, "sin transcendencia penal". "Ya en la fase inicial, Iberdrola exhibió ante la CNMC varios informes de peritos ajenos que acreditan que esta compañía no produjo ningún perjuicio económico al mercado", añaden estas fuentes.

Vaciado de embalses

Esta actuación es completamente contraria a lo ocurrido el verano pasado, cuando Iberdrola vació los embalses de Ricobayo (Zamora) y Valdecañas (Cáceres). ¿Cómo es posible que la compañía se beneficie en ambos casos? Por dos motivos: la enorme diversificación de centrales de generación que tiene la compañía y por cómo se fijan los precios del mercado eléctrico. Por un lado, la energía hidráulica se rige por el denominado coste de oportunidad, es decir, su precio es ligerísimamente inferior al que marcan las centrales más caras (ciclos combinados). Así, este verano, cuando el coste del gas natural comenzó a dispararse, la compañía incrementó la producción de las centrales hidráulicas, y eso maximizó los ingresos de esta tecnología.

Mientras que reduciendo la producción de energía hidráulica, como ocurrió en invierno de 2013, lo que hace es dejar que sean las centrales más caras (ciclos combinados) las que marquen el precio, viéndose beneficiadas el resto de tecnologías (nucleares, renovables, etc.) con las que Iberdrola también cuenta en su portfolio. Esto ocurre porque el mercado eléctrico se rige por un sistema marginalista según el cual todas las tecnologías se retribuyen al mismo precio que la última en casar oferta y demanda.

"Si la oferta de energía hidráulica de Iberdrola Generación hubiera sido hecha a un coste de oportunidad no superior a la mejor expectativa futura de 80 euros por megavatio-hora, la producción hidráulica habría desplazado a los ciclos más caros en el orden de mérito en aquellos días en que el precio del mercado diario se situó por encima de ese valor de 80 euros por megavatio-hora y habría reducido el precio de las horas punta del mercado diario de 87,8 euros por megavatio-hora a 80 euros por megavatio-hora", afirma la CNMC en su sancionador.