La Opinión de A Coruña

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El BCE sale al rescate de la deuda soberana

El organismo anuncia “un nuevo instrumento antifragmentación” para evitar la subida de la prima de riesgo en en España, Italia, Grecia y Portugal y flexibilidad en la reinversión de los reembolsos del programa pandémico

La presidenta del BCE, Christine Lagarde. | // L. O.

El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer salir en auxilio de la deuda pública de Grecia, Italia, España y Portugal, cuyas primas de riesgo respecto a Alemania se han disparado en los últimos días y semanas. Después de una reunión de urgencia de unas tres horas, el organismo emitió un comunicado de apenas dos párrafos en el que oficializa dos pasos a dar. De una parte, el BCE comenzará a aplicar “flexibilidad en la reinversión de los reembolsos vencidos en la cartera de PEPP” (el programa pandémico de compra de deuda pública cuyas compras netas finalizaron en marzo y que acumula 1,85 billones de euros). De otra parte, la entidad anunció que acelerará el diseño de “un nuevo instrumento antifragmentación para su examen por el Consejo de Gobierno” del BCE, del que, sin embargo, no se ha ofrecido ningún detalle.

Las decisiones de los bancos centrales de ambos lados del Atlántico sobre subidas de tipos de interés y una retirada progresiva de la compra de deuda pública se han traducido en turbulencias en los mercados financieros que, en un contexto de elevada inflación y de crisis económica agravada por la guerra en Ucrania, está castigando especialmente a la deuda pública de los países del sur de Europa. La diferencia entre el tipo de interés del bono alemán a diez años (1,76%) y el bono español (3,14%) situó la prima de riego española el pasado martes en 137,7 puntos básicos (cinco veces más que la que existía a principios de año). La prima de riesgo llegó a 294 en Grecia; a 250 puntos en Italia y a 137,30 puntos en Portugal. En el polo opuesto, este diferencial llegó a 37,20 puntos en Holanda; 63,10 puntos en Francia o 73,75 puntos en Irlanda). En este contexto de agravamiento de la brecha entre las economías del norte y las del sur, el BCE decidió reunirse de urgencia para evitar una fragmentación mayor de los mercados financieros.

Aunque las dos decisiones adoptadas por el BCE no cumplan las expectativas de quienes esperaban ya un diseño completo del que podría ser un nuevo programa de compra de deuda, el comunicado fue bien recibido por los mercados. Tras la emisión del comunicado, poco después de las 14.00 horas, la bolsa española, que llevaba toda la mañana con ganancias, consolidó su repunte. Lo mismo sucedió con la bolsa alemana o el índice Euro Stoxx50. La prima de riesgo española, que por la mañana había bajado desde los 137 puntos del día anterior al entorno de los 127 puntos, prosiguió su descenso y el tipo de interés del bono a 10 años logró bajar de la barrera del 3%. El euro se depreció hasta los 1,04 dólares.

El comunicado no lo explica, pero, en la práctica, la primera de las medidas puede suponer que el BCE primará a los países del sur de la zona euro, más castigados por el encarecimiento de la prima de riesgo, en la reinversión de las títulos de deuda pública del programa pandémico, a medida que estos vayan venciendo. Podría significar, por ejemplo, que en estos países se puedan llegar a superar temporalmente los topes de deuda por país que admite tener en su balance. Con carácter general, el organismo no puede tener en su balance un porcentaje de deuda de un país superior a su peso en la economía del euro (la llamada clave de capital de España es el 9,7%). Además, sin contar el programa pandémico de deuda, el BCE no puede tener más del 33% de la deuda en circulación de un país. Este es otro tope que, según algunos analistas, podría ser objeto de revisión dentro de la anunciada “flexibilidad”.

Respecto al nuevo “instrumento antifragmentación”, el comunicado no ofrece ningún detalle. Tan solo existe la referencia del día anterior de la integrante del comité ejecutivo del BCE Isabel Schnabel en una intervención pública: “Reaccionaremos ante nuevas emergencias con herramientas existentes y potencialmente nuevas. Estas herramientas podrían ser nuevamente diferentes, con diferentes condiciones, duración y garantías para mantenerse firmemente dentro de nuestro mandato. Pero no puede haber ninguna duda de que, si es necesario y cuando sea necesario, podemos diseñar y desplegar nuevos instrumentos para asegurar la transmisión de la política monetaria y, por lo tanto, nuestro mandato principal de estabilidad de precios”.

El 35% en circulación

Hasta ahora el BCE tenía dos programas de compras activos: el PEPP (Pandemic Emergency Purchase Programme) y el APP (Asset Purchase Programme, Programa de Compra de Activos). En marzo de 2022 finalizaron las compras netas del PEPP y el 1 de julio finalizarán las del APP, si bien, el importe de los títulos que vayan venciendo se seguirá reinvirtiendo en nuevas compras (es en este proceso donde se pretende aplicar “flexibilidad”, en los vencimientos del PEPP). Si se toman en cuenta ambos programas, se estima que el BCE ha ido comprando en los últimos años el equivalente al 35% de la deuda española en circulación. Estas compras han sido determinantes para mantener bajo control los tipos de interés de los títulos españoles después de la crisis de la deuda de 2012, cuando se produjo el rescate europeo de la banca española.

La Reserva Federal de EEUU aumenta el precio del dinero 0,75 puntos

La Reserva Federal de Estados Unidos pisa el acelerador para intentar contener la inflación disparada y este miércoles su Comité Federal del Mercado Abierto ha anunciado una subida de los tipos de interés de tres cuartos de punto, la más alta desde 1994.

Esa subida era la que habían anticipado en los últimos días múltiples analistas, después de semanas barajando como posible una subida de medio punto, la misma que la propia Fed había delineado en unos planes detallados que ha tenido que alterar. Y es que, aunque el fantasma de la recesión acecha, el banco central estadounidense trata de hacer frente agresivamente a una presión sobre los precios que no se detiene: en mayo la inflación en EEUU creció a un ritmo interanual del 8.6%, el más rápido en cuatro décadas.

El precio del dinero queda ahora en una horquilla de entre 1,5 y 1,75%. Según las proyecciones presentadas también este miércoles por la Fed, alcanzará un 3,4% al final del año, un nivel de los tipos que no se alcanzaba desde 2008, y llegará a su pico (3,8%) a finales de 2023. Son unos cálculos que elevan mucho las estimaciones anteriores, que habían calculado que los tipos acabarían el año próximo en 2,8%.

Queda ahora por ver cuál es la reacción a esta decisión de la Fed, una institución que debe lidiar no solo con la economía sino con los sentimientos de confianza y credibilidad tanto de los mercados como de la ciudadanía. En la última encuesta de la Universidad de Michigan que es uno de los baremos más analizados para tomar el pulso a los consumidores, la confianza de estos ha caído a niveles no vistos desde 1980.

En otro sondeo distinto reciente también se detecta que los estadounidenses se mueven con perspectivas de que los precios se mantengan al alza por un periodo prolongado, un sentimiento que puede traducirse en cambios en sus comportamientos económicos que pueden hacer aún más difícil para la Fed manejar la inflación.

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