Los distintos escenarios en relación al futuro de la central térmica de As Pontes, incluido que se mantenga operativa, se mantienen abiertos en un contexto marcado por la guerra de Ucrania y la posibilidad de un corte total del suministro de gas ruso.

El Ejecutivo estatal trabaja en la elaboración del Plan de Contingencia que la Comisión Europea requiere a los estados miembros para afrontar un posible corte total del suministro de gas ruso, según fuentes del Gobierno consultadas por Europa Press

En este contexto, ha solicitado un informe específico a Red Eléctrica, como Operador del Sistema Eléctrico, sobre distintos escenarios extremos que incluyan situaciones de escasez de gas natural o de otros productos energéticos.

Aunque el informe no se centra específicamente en el caso de la central de As Pontes, sí podría resultar determinante para su futuro. Representantes de Endesa y del Ministerio de Transición mantuvieron ayer un encuentro del que no trascendieron conclusiones.

Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reiteró ayer su rechazo a la energía nuclear y a las centrales térmicas —como la de As Pontes— para lograr un futuro plenamente descarbonizado y consideró que España en esta transición ecológica tiene la “mayor oportunidad” para convertirse en un exportador de energía verde. “No nuclear y no centrales térmicas”, defendió. Así lo manifestó durante su intervención en el debate del estado de la nación, apenas una semana después de que el Parlamento Europeo votara a favor de la propuesta de la Comisión Europea de incluir a la energía nuclear y al gas como inversiones sostenibles dentro de la taxonomía europea para el futuro.

Sánchez recordó que el Gobierno realizará una inversión “sin precedentes” de 700 millones de euros del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia para al programa Islas cien por cien renovables, dirigido a lograr que los archipiélagos de Canarias y de Baleares sean territorios “plenamente descarbonizados”. A continuación remachó: “100 por 100 renovables: No nuclear y no centrales térmicas”.

Entre tanto, tanto el alcalde de As Pontes, el socialista Valentín González Formoso, como el vicepresidente económico, Francisco Conde (PP), reiteraron la importancia de “mantener operativa” la térmica para no fiarlo todo al gas natural como energía de respaldo.

El alcalde apuntó que “un país que diseña con prudencia su política energética no debe volcar únicamente su garantía de suministro en una sola tecnología”, dijo, en referencia al gas. Así, recordó que este elemento “está en países convulsos (Argelia, Rusia) y, aunque haya algún proveedor que irrumpe en el mercado, como Estados Unidos, no podemos depender de tan escasos proveedores, de un mercado muy cautivo”. El regidor explicó, en esa línea, que hasta que el hidrógeno “se consolide y madure como tecnología para sustituir al gas natural que proviene de países convulsos, que emite CO2 y que tiene una carga financiera con esos derechos de CO2 que lo hacen cada vez menos competitivo, mantener algunas centrales estratégicas y renovadas, que hicieron las inversiones para adaptarse a la directiva europea de emisiones industriales, sería una decisión muy prudente y acertada”.

El conselleiro de Economía, Francisco Conde, enfatizó que, “desde el primer momento”, la Xunta advirtió del “riesgo que suponía que España dependiera de una sola energía de respaldo”. “Entendíamos”, añadió el vicepresidente primero, “que esa transición habría que afrontarla en el momento en el que hubiese certeza de que las energías renovables estuviesen en disposición de garantizar ese suministro a un precio competitivo para familias y pymes”.

Por último, el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, puso como ejemplo de la “planificación (energética) no adecuada” del Gobierno la posible continuidad de la planta de Endesa en As Pontes.