La inflación sigue desbocada tanto en España como en Galicia, aunque más en la segunda que en la primera. Los precios subieron en junio un 10,2% en todo el territorio nacional, mientras que en la comunidad gallega el repunte fue de casi un punto más (11,1%). Solo Castilla y León (11,6%) y Castilla-La Mancha (12,7%) registraron alzas superiores. Si el incremento de la inflación se cruza con la subida pactada de los salarios en la comunidad durante este año, el resultado es muy negativo para los trabajadores: la mejora de las nóminas solo cubre un tercio del aumento del IPC.
Los sueldos negociados por convenio en las empresas gallegas hasta junio reflejan un incremento medio (incluidos los acuerdos de empresa y los sectoriales) del 3,77%, según la última estadística de negociación colectiva del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Es la quinta mayor subida a nivel nacional. Sin embargo solo sirve para contrarrestar un tercio de la subida de la inflación (11,1%).
La marcha de la negociación colectiva de este año, no exenta de conflictividad y de concentraciones de trabajadores de diferentes sectores para exigir mayores aumentos salariales, está provocando que los nuevos convenios que se firman incluyan mejoras salariales, si bien se quedan muy lejos del ritmo que lleva la inflación. En el caso de Galicia crece tres veces más que las nóminas.
Según el balance de la negociación colectiva realizado por el ministerio, en la primera mitad de este año hay una clara mejora de las retribuciones para los 153.336 trabajadores incluidos en 147 convenios que pertenecen a un total de 18.095 empresas. De los algo más de 150.000 asalariados de la comunidad gallega que tienen sellado su convenio colectivo hasta junio, un total de 35.292 pertenecen a un acuerdo de ámbito autonómico. Respecto a las subidas salariales, en el caso de los convenios de empresa la mejora es del 4,40% (el porcentaje más elevado a nivel nacional) y en los de ámbito superior a la empresa, del 3,67%.
La inflación es más elevada en Galicia que en el resto de España, pero el incremento salarial en la comunidad gallega pactado este año también es superior a la media nacional. Hasta junio había registrados en España un total de 2.314 convenios colectivos, de los que sólo 291 se han firmado este año, con una subida salarial media del 2,45%. En Galicia es del 3,77%. El resto, 2.023, se firmaron en ejercicios anteriores y recogen un incremento salarial medio algo inferior, del 2,44%. Pese a todo, la mayor parte de los convenios registrados hasta junio en la estadística de Trabajo se firmaron en ejercicios anteriores, aunque tengan efectos en 2022.
La jornada media pactada en convenio en la comunidad gallega se situó hasta junio en 1.781,8 horas anuales por trabajador (1.728 horas en los convenios de empresa y 1.789 en los convenios de ámbito superior). Las 1.781 horas anuales es la tercera mayor cifra a nivel nacional solo superadas por las 1.783 de Castilla La Mancha y las 1.782 de Murcia.
Mayor subida en 22 años
Aunque la subida salarial hasta junio en Galicia es la mayor de los últimos 22 años, los sindicatos siguen pidiendo a los empresarios un aumento salarial de al menos un 3,5% este año, pero a cambio de incluir una cláusula de revisión salarial. Los patronos aceptan esta subida, pero sin cláusula de salvaguarda de los salarios por el desvío del IPC. Según los sindicatos, “la cláusula de garantía salarial es una herramienta para evitar pérdidas de poder adquisitivo, de manera que, al terminar el año, cuando se sepa cuál ha sido la subida media de la inflación, los salarios recuperen la diferencia entre la subida pactada y la inflación”.
Mientras los organismos oficiales constatan que el IPC seguirá al alza en esta segunda mitad del año (el Instituto Galego de Estatística prevé un subida de casi el 12% para este mes de julio), y las patronales y los sindicatos se cruzan acusaciones de fomentar el aumento y la persistencia de la inflación, las organizaciones de consumidores y usuarios avisan de que, a corto plazo, nada hace pensar que la situación vaya a cambiar y es probable que todavía suban aún más los precios de algunos productos en los próximos meses. Por eso, entidades como la OCU urgen al Gobierno central a que, por una parte, tome medidas “firmes” y “decididas” para cortar la subida de los precios que pasan por suspender temporalmente los impuestos ligados a la energía, el origen de la espiral inflacionista, y por otra, aumentar las ayudas a todas las familias para afrontar el incremento de los precios.
