El Gobierno estadounidense tiene esperanza de que la fortaleza del mercado laboral, que en julio añadió más de medio millón de puestos de trabajo, dé suficiente margen de maniobra a la Reserva Federal (Fed) para combatir la inflación sin provocar una recesión. La Fed “mirará estos datos y, si bien tal vez hagan su trabajo un poco más difícil, por otra parte les darán un margen de maniobra suficiente para reducir la inflación sin causar un daño indebido”, ha dicho la asesora económica de la Casa Blanca, Cecilia Rouse.

Rouse respondía así a los temores de algunos economistas de que la excepcional robustez del mercado laboral contribuya a mantener elevada la inflación, que fue del 9,1 % en junio, obligando al banco central estadounidense a seguir subiendo los tipos de interés.