El secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, ha afirmado que con una inflación que “acabará el año entre el 7 y el 10% y unos salarios que solo suben el 2,8%”, los sindicatos “no van a instar a la gente a que se resigne”. “Al contrario. Se promoverá la movilización para hacer cambiar a la patronal y también para que el Gobierno ponga de su parte, porque tiene muchas cartas en la manga”, advierte.

En una entrevista a El Correo, recogida por Europa Press, Sordo reconoce, además, que el dato del mercado laboral de julio no es bueno y recuerda que “llega después de una evolución muy positiva en los últimos trimestres”.

A su juicio, una de las causas del mismo es que la hostelería ha tenido “peor comportamiento porque mucha contratación se ha adelantado a junio” y aboga por esperar al cierre de agosto y septiembre para comprobar si se está en un cambio de tendencia.

Respecto al riego de recesión, manifiesta que las incertidumbres son “evidentes”, con una inflación del 10% y una crisis energética que puede colocar a Alemania “en una situación muy difícil, sin olvidar que Estados Unidos está ya en recesión”. “En principio, la previsión es de crecimiento, pero a nadie se le escapa el riesgo de contagio si el deterioro se agrava”, advierte.