En plena temporada de ahorro para hacer frente a la guerra de Ucrania ante un posible corte de las exportaciones de gas de Rusia en invierno, el boletín estadístico de Enagás revela que España ha incrementado sus compras de gas un 15% en los últimos siete meses, hasta alcanzar 263.432 GWh. En el mes de julio la diferencia fue todavía mayor, un 27% más que un año antes, aunque en comparación con el mes anterior la cifra es muy similar. Pese a todo, Moscú mantiene el mismo peso que hace un año (10%).

El motivo al que aluden desde el sector energético para que Rusia se mantenga como el tercer suministrador de gas pese a la guerra es que los contratos a largo plazo no se pueden romper si no existe una causa justificada y en la actualidad no hay sanciones por parte de la Unión Europea al gas, como sí ocurre en otros casos. No obstante, a principios del mes pasado, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, pidió a las comercializadoras (las encargadas de comprar el gas) que buscaran formas para "reducir" al máximo el origen del gas ruso y "diversificar" los contratos de suministro que pudieran tener con este país.

Las declaraciones de Ribera se produjeron después de que en junio las compras de gas ruso ascendieran a 8.752 GWh y supusieran un 24,4% del total, lo que provocó cierto debate político. Entonces, el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, calificó la situación como algo "transitorio y excepcional" por razones comerciales y aventuró que en julio el suministro de este país volverá a su peso "habitual" del 10% del total. Con 5.317 GWh, el gas ruso representó un 14,5% del total en julio, pero en el acumulado de los siete primeros meses se mantiene ese 10%.

Con Rusia al mismo nivel de 'siempre', la principal diferencia es el incremento del gas de Estados Unidos, país que se sitúa desde principios de año como el principal suministrador. Las importaciones desde Estados Unidos se han multiplicado por cuatro en los primeros siete meses del año, con un peso del 33% del total de gas, frente al 9,1% que tenía este país hace un año. Pero este alza no se debe solo a Rusia y la necesidad de más gas, sino al descenso del 70% de las compras a Argelia (hasta este año primer suministrador) por el cierre del gasoducto que atravesaba Marruecos en diciembre de 2021.

Pese a todo y pasados cuatro meses tras la invasión de Vladimir Putin en Ucrania, la diversificación del suministro de gas en España es relativa, pues Estados Unidos, Argelia y Rusia siguen copando el 70% de las importaciones de gas y es el 30% restante el que se reparte entre un mayor número de países que en 2021. Crece el peso de Nigeria y Trinidad, que suponen el 14,2% y el 10.8% del total (frente al 9,7% y el 4,7% de hace un año) y se incorpora a la ecuación Egipto (3,5), Portugal (1,3%) y Omán (1,1%), como países con un peso superior al 1% del total.