Primeras consecuencias de la falta de agua del Tajo: menos cosechas y frutos más pequeños. La organización agraria Asaja-Alicante advierte de que el segundo “trasvase cero” aprobado por el Ministerio de Transición Ecológica para este mes de octubre y el cierre del acueducto durante el inminente noviembre ha dejado sin reservas de agua del Tajo a la agricultura del sur de la provincia, un área que abarca de Mutxamel a Orihuela. Una consecuencia directa es que la provincia empiece a sufrir restricciones en el regadío, hecho que evidencia la crisis hídrica que atraviesa el campo alicantino.

En este sentido, la Comunidad de Regantes El Canal, que forma parte de Riegos de Levante ha dado el primer paso. Los regantes han decidido que para la campaña hidrológica de riego que arrancó a principios de este mes y finaliza el 30 de septiembre de 2023, que solo contarán con una dotación media de 400 m3/hectárea, y que se procederá a cortar el agua a las fincas que consuman la dotación que les corresponda, interrumpiéndose el suministro cuando se sobrepase la cantidad estipulada. Una dotación de agua que, según fuentes del sector agrícola provincial, servirá prácticamente solo para el mantenimiento de las explotaciones pues lo normal sería de disponer de unos 2.000 metros cúbicos por hectárea. Una reducción que deja el agua prácticamente para el mantenimiento del arbolado y las plantaciones.

La comunidad de regantes afectada es la más grande de Riegos de Levante con 8.200 hectáreas de cultivos y 6.500 agricultores afectados entre Orihuela, Elche y Muxamel. Se fundó en 1918 y fue inaugurada oficialmente por el rey Alfonso XIII en 1923.

La decisión está provocada como medida urgente tras la previsión del Ministerio para la Transición Ecológica de no poder trasvasar agua para uso agrícola en los próximos seis meses. Asaja- Alicante considera que esta medida es solo una muestra de las graves consecuencias que conllevará dicha decisión y subraya que, en tan solo un par de meses, si no llega agua del Tajo para riego ni se producen lluvias, “se comprometerán seriamente los cultivos de la provincia que ya están plantados, como la hortaliza de invierno y los cítricos. Sin agua naranjas y limones no conseguirán el tamaño idóneo para su comercialización”, advierte José Vicente Andreu, presidente de la organización agraria. Andreu recalca que “las decisiones de la ministra Teresa Ribera ponen en serio peligro la Huerta de Europa a corto plazo”.

El presidente insiste en que “no se puede seguir invirtiendo en desalación sin solventar el problema energético actual, puesto que es absolutamente inviable e inasumible desde el punto de vista económico y ambiental”. No es posible mantener un sistema productivo como la agricultura del Levante con agua subvencionada: el agua desalada cuesta 0,32 céntimos por metro cúbico a pie de planta en Torrevieja y 0,50 céntimos en la entrada de la comunidad de regantes, frente a los 0,17 céntimos que cuesta el agua trasvasada.

Asaja se ha sumado al movimiento empresarial en defensa del agua y esta semana participó en la primera Mesa Permanente organizada por la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana junto a los representantes empresariales de distintos sectores productivos, Carlos Mazón, y senadores y diputados nacionales del Partido Popular en el Congreso y Senado.

Por último, Asaja plantea que se debe “adaptar e implementar una fiscalidad agraria específica para favorecer la fijación de población en determinados territorios rurales con dificultades geográficas y en riesgo de despoblación, así como potenciar el papel de las cooperativas en estas zonas”.

La hoja de ruta para disminuir la cantidad de agua que llega del Tajo a la provincia continúa inalterable y se pretende llevar al Consejo Nacional del Agua a finales de noviembre, según avanzó el director general del Agua, Teodoro Estrela hace un par de semanas en la jornada convocada por la CEV en IFA. El plan del Ministerio es que el caudal ecológioco del Tajo pase de forma progresiva de un caudal mínimo legal de 6 m3/segundo a 8,52 m3/segundo en Aranjuez, también que en Toledo sea de 10 m3/s y de 17,8 m3/s en Talavera entre 2022 y 2027. Algo a lo que se opone el Consell, o al menos se oponía la defenestrada consellera de Agricultura, Mireia Mollá, que había propuesto al Ministerio para la Transición Ecológica una cantidad “salomónica” de 7m3 por segundo. Teresa Ribera quiere que los nuevos planes el Boletín Oficial del Estado antes de que acaba este año. Los regantes no esperan sorpresas en estos documentos. 

Por último, Asaja plantea que se debe “adaptar e implementar una fiscalidad agraria específica para favorecer la fijación de población en determinados territorios rurales con dificultades geográficas y en riesgo de despoblación, así como potenciar el papel de las cooperativas en estas zonas”.

La hoja de ruta para disminuir la cantidad de agua que llega del Tajo a la provincia continúa inalterable y se pretende llevar al Consejo Nacional del Agua a finales de noviembre, según avanzó el director general del Agua, Teodoro Estrela hace un par de semanas en la jornada convocada por la CEV en IFA. El plan del Ministerio es que el caudal ecológioco del Tajo pase de forma progresiva de un caudal mínimo legal de 6 m3/segundo a 8,52 m3/segundo en Aranjuez, también que en Toledo sea de 10 m3/s y de 17,8 m3/s en Talavera entre 2022 y 2027. Algo a lo que se opone el Consell, o al menos se oponía la defenestrada consellera de Agricultura, Mireia Mollá, que había propuesto al Ministerio para la Transición Ecológica una cantidad “salomónica” de 7m3 por segundo. Teresa Ribera quiere que los nuevos planes el Boletín Oficial del Estado antes de que acaba este año. Los regantes no esperan sorpresas en estos documentos. 

Recordar que las primeras lluvias sobre la cabecera del Tajo-Segura en un año apenas han dejado 2 hm3 en los embalses de Entrepeñas y Buendía, mientras sigue bajando la reserva en las del Júcar y Segura. Los pantanos de Entrepeñas y Buendía, en la cabecera del Tajo, han ganado en la última semana 2,2 hectómetros cúbicos y acumulan 471,09 hectómetros, lo que supone el 18,7% de su capacidad total de embalse, que alcanza los 2.518 hectómetros cúbicos. Todo a las puertas del cierre del trasvase por obras, con lo cual se debe frenar la “fuga”de caudales de cara a la reapertura del acueducto en diciembre.

Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Tajo, el embalse de Buendía almacena 260,98 hectómetros cúbicos de agua, 1,38 hectómetros más que la semana pasada, lo que supone el 15,30 % de su capacidad total, que es de 1.705 hectómetros cúbicos.

Asimismo, la reserva de agua en el pantano de Entrepeñas ha sumado 0,82 hectómetros cúbicos en los últimos siete días, de forma que almacena 210,11 hectómetros, el 25,84 % de su capacidad total, que se sitúa en 813 hectómetros cúbicos. Hace un año por estas fechas los pantanos de la cabecera del Tajo almacenaban 614,38 hectómetros cúbicos, el 24,39 % de su capacidad de embalse.

Desembalses en el Segura

Por otro lado, la Confederación Hidrográfica del Segura ha hecho una propuesta inicial de hacer un desembalse de 347 hm3 para este año hidrológico. No obstante, este dato puede está sujeto a la evolución del índice de escasez coyuntural del sistema global del Segura que, actualmente, se encuentra en prealerta.

La comisión de desembalses ha sido informada de que el periodo comprendido entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre 2022 fue el tercer periodo más lluvioso de la última década. La precipitación media eal en estos meses asciende hasta los 385 litros por metro cuadrado, unos 36 l/m2 por encima de la media del año pasado (10%), 10 por encima de los últimos cinco años (3%) y unos 46 l/m2 de las aportaciones medias de los últimos diez años (13%).

Por otro lado, los consumos acumulados durante este mismo periodo han sido de 321 hm3, siendo inferiores en 46 hm3 con respecto al año hidrológico previo, sin embargo, han superado en 13 hm3 la cifra prevista por la pasada Comisión de Desembalse de mayo de 2022.

Asimismo, la existencia de recursos propios en la cuenca a 30 de septiembre de 2022 fue de 211 hm3, es decir, 14 hm3 más respecto al final del año hidrológico anterior. Con estos datos la comisión, tras deliberación, ha formulado al presidente que la propuesta inicial de desembalse realizada para el nuevo año hidrológico 2022-23, sea de 347 hm3. No obstante, este dato puede ser revisado sujeto a la evolución del índice de escasez coyuntural del sistema global del Segura que, actualmente, se encuentra en prealerta (0,308).

En la cuenca del Júcar la situación de los embales es más favorable y no habrá problemas. El volumen almacenado en todos los embalses de la Demarcación, a 1 de octubre, ha sido de 1.493 hm3, ligeramente superior al del año pasado en la misma fecha, siendo el cuarto valor mayor de la serie histórica de los últimos 31 años, muy superior a los valores medios de las series de los últimos 20, 10 y 5 años. Actualmente, la capacidad global del conjunto de embalses de la Demarcación está al 52,28 %, superior a la media nacional.