Repsol obtuvo un beneficio neto de 3.222 millones en los nueve primeros meses del año, cifra un 66% superior a los 1.939 del mismo periodo del ejercicio pasado, según informó la compañía, que acelerará con ello la hoja de ruta de su política de dividendos.

El resultado neto ajustado —que mide el desempeño de los negocios— se situó en 4.564 millones a cierre de septiembre, casi triplicándose con respecto a hace un año. Cerca del 60% provino del negocio internacional, cuyo principal exponente es el área de Upstream (exploración y producción), que obtuvo un resultado de 2.431 millones en el periodo impulsado por los precios de los hidrocarburos. Repsol destacó que esta senda de recuperación le está permitiendo “compensar parcialmente las pérdidas de los ejercicios 2019 y 2020, de más de 7.100 millones”, derivadas de los ajustes de activos para ser cero emisiones netas y de los impactos por la pandemia de la COVID.

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacó que el grupo “ha dado pasos de gran relevancia para impulsar su transformación, su perfil multienergético y descarbonizado”.