El Banco de Inglaterra ha advertido que el Reino Unido se enfrenta a su recesión más larga desde que comenzaron los registros hace más de tres décadas después de aumentar ayer los tipos de interés en un 0,75% hasta el 3%, el máximo desde 1989. Esta subida, esperada por los analistas, está en línea con los recientes anuncios del Banco Central Europeo y de la Reserva Federal de los Estados Unidos, pero no ha sido unánime ya que dos de los nueve miembros del Comité de Política Monetaria de la institución han votado en contra y eran partidarios de una subida inferior.

El gobernador del banco central británico, Andrew Bailey, avisó que el país enfrentaría una caída de dos años “muy desafiante” de la economía, pero dijo que tenía que actuar con fuerza ahora o las cosas “serán peores más adelante”. “Desde donde estamos ahora, creemos que la inflación comenzará a retroceder a partir de mediados del próximo año, probablemente de manera bastante pronunciada” explicó Bailey en conferencia de prensa.