La Opinión de A Coruña

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Maersk elige el puerto exterior de A Coruña para su planta de metanol verde en Galicia

El gigante del transporte marítimo prevé invertir 10.000 millones en dos instalaciones, en punta Langosteira y Andalucía, que fabriquen combustible para su flota de 750 buques

Buques en el puerto exterior de A Coruña. | // L. O.

El gigante del transporte marítimo danés Maersk ha elegido el puerto exterior de A Coruña, en punta Langosteira, para levantar la planta de producción de metanol verde que ha anunciado para Galicia, según confirmaron fuentes conocedoras de la operación a este diario. Esta planta es una de las dos que la compañía proyecta en España para impulsar la descarbonización de su flota —la otra estará en Andalucía— a través de la producción de metanol verde para su propio consumo, anunció en un comunicado. Consultada por esta redacción, la Autoridad Portuaria de A Coruña no se pronunció sobre los planes de Maersk. La empresa evitó manifestarse sobre las sedes de los proyectos en la fase actual y se centró en que ahora comienza a analizarse la viabilidad de los proyectos en Galicia y Andalucía.

La inversión podría alcanzar los 10.000 millones de euros de aquí a 2030, según estimaciones gubernamentales a partir del coste actual de producir esta tecnología. Además, la creación potencial de empleo sería de 85.000 puestos de trabajo, de los que 5.000 serían directos.

La llegada de Maersk, a falta de los procedimientos administrativos necesarios y de concretar el proyecto, se enmarcaría dentro de la iniciativa A Coruña Green Port, que se fija como objetivo que el puerto exterior sea un “referente en la energía nueva, limpia y verde”. La finalidad es que punta Langosteira se transforme en un centro de operaciones (hub, en inglés) de energías renovables, en el que no solo se lleve a cabo su generación, sino también el transporte, el almacenamiento y el desarrollo industrial ligado a este sector.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió ayer, jueves, con el consejero delegado del Grupo A.P. Møller-Maersk, Søren Skou y altos directivos de la compañía, después de las negociaciones entre el Ejecutivo, las comunidades autónomas y la compañía para ubicar este proyecto. Las fuentes gubernamentales descartan que haya alguna contrapartida para el desarrollo del proyecto en este país, más allá de sus bondades para el impulso de esta tecnología —amplios recursos naturales y fomento de las renovables—, así como el acompañamiento público para que el proyecto avance relativo a permisos de acceso a la red eléctrica o espacio en los puertos.

Las fuentes consultadas apuntan también que hay una alta probabilidad de que el Estado entre como inversor estratégico en el proyecto, lo que provocaría un efecto llamada sobre otros inversores, además de que podría concurrir a fondos europeos a través de alguno de los Perte (hidrógeno verde, sector naval o descarbonización de la industria).

Maersk necesita 20 millones de toneladas de metanol verde —el equivalente a los 10 millones de toneladas de gasóleo que consume ahora— y le está resultando difícil encontrar socios dispuestos a inversiones grandes para llegar a esta cifra, dada la baja competitividad actual de la tecnología. Por ello ha decidido producir paraautoconsumo poco más de la mitad, unos 12 millones de toneladas, explica Moncloa. Ahí entran A Coruña y Andalucía.

Maersk ha identificado seis hubs de esta tecnología repartidos alrededor del mundo. Uno es Egipto y otro es España, con el objetivo de fabricar dos millones de toneladas de aquí a 2030 en dos plantas, ubicadas en tierras coruñesas y andaluzas.

El proyecto sería en tres fases. En un primer momento, que se iniciará en el segundo semestre del año que viene, se pondrá en marcha la primera instalación para producir unas 200.000 toneladas antes de 2023. A partir de 2027 llegará la segunda, que tendrá el objetivo de alcanzar el millón de toneladas y en 2030 se espera llegar a los dos millones. En función del éxito de la primera fase del proyecto, la compañía decidirá a mediados de la década si en la segunda planta fabrica metanol verde o amoníaco, esto es a partir del hidrógeno verde y el nitrógeno atmosférico. Esa es la otra solución que se vislumbra en el horizonte para descarbonizar el transporte marítimo.

“Este proyecto se alinea perfectamente con la estrategia de España de reindustrialización, de transición energética justa y a la hoja de ruta del hidrógeno verde, avanzando en el cumplimiento del compromiso común de descarbonización de la Unión Europea”, aseguró el presidente del Gobierno tras el encuentro con los directivos de Maersk. El Ejecutivo lleva meses trabajando con la multinacional para sentar las bases de este proyecto. “Además, reforzará los lazos económicos, políticos y comerciales con Dinamarca”, remarcó Sánchez.

Desde Galicia, Alfonso Rueda, el presidente de la Xunta, festejó la noticia con bastante prudencia: “Lo celebramos, pero no conocemos nada más”, dijo con precaución, indicando en su intervención que hacía “aproximadamente una hora” había recibido la llamada del jefe de gabinete de Sánchez “diciendo que se iba a hacer este anuncio, sin más detalles”.

La compañía ha realizado un pedido de 19 grandes buques (17 toneladas) con motores de combustible dual, que permiten metanol verde y combustible sucio, para su entrada en funcionamiento antes de 2023. Y ya cuenta con siete alianzas estratégicas con empresas en todo el mundo para producir al menos 730.000 toneladas al año a partir 2025. Las empresas en cuestión son CIMC ENRIC (China), European Energy (Dinamarca), Orsted (Dinamarca), Proman (Suiza), WasteFuel (Estados Unidos) y Debo (China).

¿Quién es Maersk y qué es el metanol verde?

Maersk es, junto con MSC, una de las principales navieras dedicadas al transporte de mercancías a nivel global. Con una cuota de mercado del 20%, la compañía cuenta con 750 buques en su flota, más de 100.000 empleados y está presente en 120 países. En España tiene 1.700 empleados directos en 10 ciudades y opera en 12 puertos marítimos. Es uno de los grandes consumidores de petróleo, sobre todo gasoil, con 10 millones de toneladas al año. El gigante danés se ha comprometido a descarbonizar sus operaciones antes de 2040 y han decidido hacerlo, al menos en una primera fase, con metanol verde. Esto es un combustible bajo en carbono que se puede obtener a través de electrólisis de hidrógeno verde con CO2 biogénico (dióxido de carbono que se libera durante la descomposición de materia orgánica como los restos de los alimentos).

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