Endesa rehace su previsión de beneficio para los próximos años por la volatilidad de los mercados y el impacto de los cambios regulatorios en plena crisis energética. La eléctrica, que ha presentado este miércoles la actualización de su plan estratégico hasta 2025, dispara su previsión para este año y recorta sustancialmente la de los siguientes ejercicios, pero “procurará” mantener su política de dividendos para repartir casi 5.400 millones.

La nueva hoja de ruta de Endesa contempla una mejora del beneficio neto ordinario para este 2022 hasta entre 2.200 millones y 2.300 millones de euros, frente a los 1.800 millones previstos hasta ahora (entre un 22% y un 27% más) y también con una mejora en relación a las ganancias de 1.902 millones del año pasado.

Pero para 2023 Endesa prevé fuerte descenso del beneficio neto hasta entre 1.400 millones y 1.500 millones por las incertidumbres provocadas por la volatilidad de los mercados energéticos y por el impacto de las nuevas regulaciones (singularmente el nuevo impuesto a las energéticas).

A partir de 2024 iniciará una recuperación y ganará entre 1.700 millones y 1.800 millones de euros, y en 2025 el beneficio se situará en los 2.000 millones y los 2.100 millones, aún por debajo de las costas previstas para este año. En total, a lo largo de estos cuatro años la compañía acumulará beneficios de hasta los 7.700 millones de euros, según el nuevo plan.

Hasta 600 millones por nuevo impuesto

Endesa también ha revisado al alza su meta de resultado bruto operativo (ebitda) para este año , elevándolo hasta entre los 5.000 millones y 5.300 millones, frente a los 4.100 millones de euros previstos. Para el periodo 2023-2025, Endesa dibuja una senda de ebitda que va desde los 4.400 millones 4.700 millones de euros para el primero de los ejercicios, a los entre 4.900 millones y 5.200 millones de euros para el segundo, para finalizar con un ebitda entre los 5.200 millones y 5.500 millones.

La eléctrica advierte del impacto negativo que tendrá en sus cuentas (tanto en el beneficio neto y en el ebitda como en la deuda) el nuevo impuesto a las energéticas que ultima el Gobierno, incluso después de suavizarse sus condiciones. Según sus nuevas estimaciones, el gravamen sobre los ingresos de los grandes grupos energéticos supondrá un recorte de los resultados de entre 250 y 300 millones cada uno de los dos años en que estará vigente (con un impacto total de entre 500 y 600 millones).

Hasta 5.400 millones en dividendos

A pesar de la volatilidad y del nuevo impuesto, los planes de Endesa pasan por mantener la política de dividendos y seguir repartiendo un 70% del beneficio ordinario neto alcanzado cada año, con lo que distribuirá durante cuatro años hasta 5.390 millones entre sus accionistas (con la italiana Enel, que controla un 70% del capital de la compañía, como principal beneficiario).

Desde la compañía se apunta que el consejo de administración “procurará” mantener ese porcentaje de distribución de las ganancias (pay out) hasta 2025, pero queda condicionado a las reservas distribuibles alcanzadas y la situación de liquidez. “No puede asegurarse los dividendos que vayan a pagarse en los ejercicios futuros ni cuál será el importe de los mismos”, advierte en una comunicación a la CNMV.

Con la revisión al alza del beneficio ordinario para 2022 que contempla el nuevo plan estratégico, el dividendo para sus accionistas para 2022 crece hasta los 1,5 euros por acción, desde los 1,2 euros previstos. La compañía indicó que este importe se abonará el próximo año en un solo pago, atendiendo a criterios de prudencia debido a la actual situación del mercado. Para los próximos años, la proyección que maneja la compañía establece un dividendo para sus accionistas de 1 euro por acción para 2023, 1,2 euros para 2024 y situarlo ya en 1,4 euros por título en 2025.

En paralelo, la deuda bruta del grupo descenderá hasta una horquilla de 12.700 y 13.200 millones de euros en 2025 desde el cierre estimado para 2022 de entre 18.300 y 18.800 millones de euros. La deuda neta crecerá hasta el entorno de 11.600 y 12.100 millones de euros, por el esfuerzo inversor en el periodo y por el impacto del nuevo impuesto a las energéticas en España. El coste medio de la deuda será del 2,7% en 2025, desde el 1,5% a cierre del presente ejercicio. La ratio de deuda neta sobre ebitda se mantendrá significativamente por debajo del promedio del sector en un nivel saludable del 2,1%.

Plan de inversiones de 8.600 millones

La estrategia de la energética para prevé unas inversiones de hasta 8.600 millones de euros en los próximos tres años, un 15% más, para crecer en renovables y electrificación, como ya anticipó este martes su matriz Enel, cuando presentó su propia actualización del plan estratégico hasta 2025.

En esa apuesta por impulsar las energías 'verdes', destinará la mitad de esa inversión, unos 4.300 millones de euros -un 39% más que en el plan previo, a renovables con el objetivo de sumar 4.400 megavatios (MW) de nueva potencia verde -3.000 MW de potencia solar y 1.400 MW de eólica-, para alcanzar un parque al final del periodo los 13.900 MW.

Con ello, el grupo estima que el 91% de su producción eléctrica en la Península Ibérica será libre de emisiones, desde el 72% previsto a cierre del presente año. Endesa acelera así la senda hacia las cero emisiones netas, sin uso de tecnologías de almacenamiento de carbono, fijada para 2040 para el conjunto de la compañía.

Este crecimiento en renovables se sustenta en una cartera de proyectos de unos 85 gigavatios (GW), de los que 14 GW están en un estado de tramitación administrativa madura y algo más de 1.000 MW están ya en ejecución. El 58% de esta cartera es solar, el 16% eólica y otro 20% corresponde a proyectos de almacenamiento con baterías.

En este sentido, el plan de la compañía para el periodo 2023-2025 incluye ya 200 MW de este tipo de almacenamiento, tecnología que se incorpora como novedad respecto al plan anterior asociada a los dos grandes proyectos de transición justa ganados este año en Pego (Portugal) y Andorra (Aragón). Por su parte, la extensión de la oferta de valor de servicios y suministro eléctrico para clientes asumirá otros 900 millones de euros de las inversiones del grupo.

El consejero delegado de Endesa, José Bogas, destacó que en el actual contexto de mercado, la aceleración de la electrificación de los consumos energéticos a partir de fuentes limpias "se revela como la vía para lograr un sistema energético confiable en toda Europa, que reduzca la volatilidad de los precios y contribuya a la recuperación económica".