Antonio Garamendi será presidente de la CEOE hasta 2026. El actual dirigente de la gran patronal española arrasó en las elecciones celebradas ayer y se impuso con contundencia a su rival, la vicepresidenta de Foment del Treball Virginia Guinda. El empresario vasco se asegura así la presidencia de la organización de patronos y acalla las críticas internas que alentaron a la catalana a presentarse. No hubo sorpresas de última hora y Garamendi, que ya contaba con el apoyo público de las principales organizaciones territoriales, entre ellas la gallega y sectoriales, certificó su victoria con el 83% de los votos en la asamblea celebrada en el Auditorio Nacional de Música, en Madrid.

Guinda logró el 13,5% de los votos, evidenciando diferencias internas pero no suficientes para cuestionar el sólido liderazgo del ya presidente. El diálogo social en España paró maquinas a la espera de que los empresarios celebraran sus elecciones y ahora las principales carpetas pendientes volverán a arrancar. Pensiones, salario mínimo o estatuto del becario son algunas de las cuestiones que estaban a expensas de que los patronos se dirimieran entre Garamendi y Guinda. En este sentido, Garamendi escenificó su perfil más pactista durante su discurso tras la victoria y sacó pecho de los 14 acuerdos sociales alcanzados con Gobierno y sindicatos durante la pandemia. “Si no llegamos a acuerdos, ¿para qué estamos?”, declaró.

La ausencia de un reglamento electoral y el veto desde la organización a que Guinda se dirigiera a la asamblea en la apertura de las votaciones marcó las horas previas de unos comicios que se resolvieron sin más sorpresas. Y es que el guion más habitual en las anteriores —y pocas— elecciones hasta ahora en la CEOE solía pivotar entre un resultado muy ajustado —como cuando Garamendi perdió en 2014 por pocos votos ante Juan Rosell— o una aclamación del único candidato por incomparecencia del rival.

No fue el caso en esta ocasión. La vicepresidenta de Foment del Treball decidió a última hora saltar al ruedo para evitar que Garamendi ganara sin oposición y no consiguió romper los firmes apoyos que el vasco ha ido exhibiendo durante el último mes y medio.

Garamendi se plantó en los comicios con el apoyo de las patronales madrileña y valenciana, las dos territoriales con más votos junto a la catalana Foment del Treball, que sí apoyó a su vicepresidenta. “Sacamos mucho más que si cada uno defiende lo suyo”, afirmó Garamendi. “Vienen años difíciles, por encima de todo os pido unidad”, insistió. La escena tras las votaciones fue representativa, con los vicepresidentes dando la mano desde el escenario a un Garamendi aplaudido por la asamblea mientras el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, aguardaba unos instantes y enfilaba el camino para abandonar la sala. El líder vasco ha sacado pecho de su gestión durante sus cuatro primeros años. “[La CEOE] ha sumado 148 pymes, 55 organizaciones y a los autónomos [en referencia a la anexión de ATA, la principal entidad del colectivo]. [...] Ahora estamos todos”, declaró. “