España dejó de ingresar casi 3.400 millones en 2020 por fraude, insolvencias y errores en el IVA

La brecha del impuesto asciende a 93.000 millones en el conjunto de la UE, según el informe anual de la Comisión Europea

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. |   // STEPHANIE LECOCQ / EFE

El comisario europeo de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni. | // STEPHANIE LECOCQ / EFE / Silvia Martínez

Silvia Martínez

España dejó de ingresar un total de 3.396 millones de euros en 2020 en concepto de IVA a causa del fraude y la evasión fiscal, prácticas de optimización fiscal, bancarrotas e insolvencias financieras o errores administrativos, según el último informe anual sobre la brecha en materia de IVA en la UE publicado por la Comisión Europea. Esta cifra representa el 5,3% de la cantidad que la Agencia Tributaria logró recaudar por este impuesto en 2020 (63.337 millones) y confirma la tendencia decreciente respecto a otros ejercicios previos.

En el conjunto de la UE, la diferencia entre lo recaudado y los ingresos previstos alcanzó los 93.000 millones de euros, un 9,1% del total. Se trata de un montante 30.000 millones inferior al de 2019 (cuando fue de 134.000 millones) que Bruselas achaca al aumento en el cumplimiento de las obligaciones del IVA y al mayor control. Según el análisis son ya 15 los Estados miembros que controlan regularmente su brecha de cumplimiento en materia de IVA. El informe también señala que la pandemia de COVID-19 ha provocado que 19 de los 27 Estados miembros experimentaran un descenso en los ingresos de IVA por la disminución del consumo global así como por la pérdida de ingresos debido a las reducciones temporales de la carga de IVA aprobadas por la mayoría de los gobiernos europeos para mitigar el impacto económico. Aún así, el mensaje de la Comisión Europea no ha variado: la brecha en materia de IVA sigue siendo un problema urgente que hay que abordar, particularmente en un momento en el que los gobiernos necesitan ingresos sostenibles para ayudar a capear la incertidumbre económica actual y porque un cuarto de las pérdidas —unos 24.000 millones según las cifras conservadoras de Bruselas— son consecuencia directa del fraude fiscal en el comercio intracomunitario.

“Es necesario reducir el fraude y la evasión fiscal”, insistió el comisario de Asuntos Económicos, Paolo Gentiloni, durante la presentación de dos nuevas iniciativas para alinear el sistema fiscal y mejorar la digitalización con el objetivo de luchar contra el fraude fiscal.

El informe también constata las enormes disparidades que siguen existiendo entre los Estados miembros y que oscilan entre el 1,3 % en Finlandia, el 1,8 % en Estonia y el 2 % en Suecia, hasta el 20,8 % en Italia, el 24,1 % en Malta y el 35,7 % en Rumanía. En términos nominales, no obstante, las mayores brechas se registraron en Italia (26.000 millones), Francia (14.000 millones) y Alemania (11.000 millones).

La situación, no obstante, varía si se analiza la “brecha política”, el indicador de los ingresos adicionales por IVA que un Estado miembro podría recaudar teóricamente si aplicara un tipo uniforme del IVA a todo el consumo de bienes y servicios (sin acudir a exenciones o tipos reducidos) y que daría lugar a ingresos teóricos ideales. En este supuesto, las pérdidas estimadas por Bruselas debido a las diversas exenciones se situó en el 36% de los ingresos teóricos ideales. El país con la mayor brecha en este caso sería España (47%), por delante de Eslovaquia, Grecia y Finlandia (entorno al 42% cada uno) mientras que Malta registraría la menor diferencia (16%). Según el informe, el grueso de este tipo de brecha se compone de exenciones sobre servicios que, en principio, no pueden gravarse, como los alquileres imputados, la provisión de bienes públicos por parte de la Administración o los servicios financieros.

Para reducir todavía más la brecha y reforzar el sistema, Bruselas propuso ayer nuevas medidas para modernizar las reglas de IVA que podrían permitir a los Veintisiete recaudar hasta 18.000 millones de euros más al año. El plan pivota en torno a tres elementos. En primer lugar, el sistema introduce la notificación digital en tiempo real en la facturación electrónica para las empresas que operan de forma transfronteriza. En segundo lugar, la propuesta plantea actualizar las normas del IVA para el transporte de pasajeros y las plataformas de alojamiento de corta duración. Por último, Bruselas introduce un registro único de IVA en toda la UE como existe con la ventanilla única para las empresas de compras en línea. De esta forma, las empresas que venden a consumidores de otro Estados miembros podrán registrarse una sola vez a efectos del IVA para toda la UE, y cumplir sus obligaciones en materia de IVA a través de un único portal en línea en una sola lengua.