El veto a la pesca del jurel acarreará pérdidas de 5 millones para la Lonja de A Coruña

La Comisión Europea mantiene su propuesta de cerrar la pesquería, lo que afectaría a unos 3.800 tripulantes gallegos | ”Llueve sobre mojado”, critican los afectados

El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, habla con la prensa en Bruselas |   // STEPHANIE LECOCQ

El ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, habla con la prensa en Bruselas | // STEPHANIE LECOCQ / M. R. / Agencias

M. R. / Agencias

La propuesta de la Unión Europea de recortar a cero la cuota de jurel en aguas del Cantábrico y Gran Sol para 2023 tendrá un impacto de entre cuatro y cinco millones para la Lonja de A Coruña, según reconoció ayer su presidente Juan Carlos Corrás. La Xunta ha cuantificado en unos 30 millones el impacto que tendría para toda Galicia y que afectaría a cerca de 3.800 tripulantes. La propuesta comunitaria de cierre de la pesquería afectaría a distintas flotas: arrastre y palangre del Atlántico Nororiental, arrastre de litoral, cerco, volanta, palangre de fondo y artes menores.

“La Comisión al final nos va mermando nuestra capacidad de pesca. No sé si hay algún interés ocultó detrás para que otras energías u otros usos de los mares se pueden realizar, pero lo que vemos es que cada vez al sector pesquero le cuesta más pescar las cuotas que tiene”, aseguró Corrás.

Los ministros de Pesca de la Unión Europea (UE) están reunidos desde el domingo en Bruselas para pactar las posibilidades de pesca de la flota comunitaria en 2023. En este consejo, los 27 deben decidir los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para el próximo año.

Uno de los puntos que “preocupa” a España tiene que ver con el TAC cero que Bruselas plantea para el jurel, en el que la UE tiene intereses compartidos con Reino Unido, y sobre el que espera un acuerdo final que evite tener que recurrir a una programación trimestral como ya ocurrió el año pasado.

Respecto al jurel, la representación española se ha mostrado especialmente preocupada por las zonas de aguas comunitarias, compartidas con Reino Unido, y el caladero nacional del Cantábrico, dado su interés para muchas de las flotas españolas. El planteamiento de España es que el TAC del jurel sea distinto a cero para que determinadas flotas no tengan que detener su actividad, una flexibilidad que según critican fuentes del ministerio se ve “diluida” en el nuevo texto de la propuesta de la UE.

A pesar de ello, las negociaciones con Reino Unido avanzan este año “en buena dirección”, según fuentes del Ejecutivo español, a falta de un acuerdo final que tendrá al jurel como principal punto de discrepancia

En ese diálogo con Londres, a Madrid le preocupa el jurel que se pesca entre Noruega y Groenlandia y también en el Cantábrico, una especie que tiene “mucho interés para muchas flotas” españolas y para la que se propone detener la actividad pesquera. “Estamos planteando que el total admisible de capturas no sea 0”, apuntaron.

Según la conselleira do Mar, Rosa Quintana, la nueva propuesta “suprime la flexibilidad que venía existiendo de poder capturar en 2023 el 5% de las posibilidades de captura de 2024 y tampoco permite la flexibilidad de que, en caso de que no se pueda pescar en 2023, pasar hasta un 10% a 2024”. “Por tanto, dificulta más la gestión y no soluciona la gestión de 2023”, subrayó.

Por su parte, la federación nacional de cofradías de pescadores también rechazó la prohibición de pesca de jurel que plantea Europa y consideró que con esta acción “llueve sobre mojado” tras el veto a la flota de fondo.

El presidente de la federación y patrón mayor de Burela, Basilio Otero, reconoció que hay “preocupación” e intuyó que “habrá un problema grande” en caso de llegar a materializarse la prohibición.

Con todo, Otero confió en que sí “den una cuota de jurel, aunque sea pesca accesoria, y no se prohíba, porque sería muy perjudicial para el arrastre, para las artes menores y para las artes fijas”. De producirse, avisó, sería “costoso para el cerco, porque es una de las principales especies que captura”, pero ya anticipó que la medida “afecta a todas las embarcaciones, salvo las que trabajan con marisqueo en las rías”. “Cualquier embarcación que use arte de malla o anzuelo es susceptible de capturar jurel”, explicó Basilio Otero, quien advirtió del “daño y el coste” que supondría esta decisión.

Mientras con el Reino Unido se está llegando a acuerdos, el diálogo con Noruega va “bastante peor”, según fuentes de ministerio, ya que se ha detenido en los últimos días dada la “preocupante actitud del país”, por lo que es posible que deban acordarse cuotas trimestrales, como se hizo con Reino Unido el año pasado, para garantizar el mantenimiento de la actividad.

A juicio de la representación española, el compromiso presentado por la presidencia checa del Consejo tras las primeras negociaciones cuenta con una flexibilidad “insuficiente” por lo que considera que queda “bastante que negociar en este capítulo”.

Prohibición para las anguilas y recorte del 11% para el lenguado y del 36% para la cigala

La anguila es otra especie para la que Bruselas también propone recortes y que afecta a los barcos gallegos. El Gobierno central ya cuenta con un informe de impacto socioeconómico remitido por la Xunta. El ejecutivo gallego recuerda que la pesquería de este recurso mantiene un equilibrio desde 2010, por lo que apuesta por la adopción de medidas alternativas a la paralización de la actividad que pretende aplicar el Ejecutivo comunitario. La propuesta de Bruselas plantea dificultades en la negociación con el cierre de seis meses consecutivos que perfila para la pesca de anguila y angula, que en la práctica supondría el cierre de la actividad pesquera de la primera, y que España propone que se haga de tres en tres meses. Las fuentes del Gobierno español evidenciaron que la negociación sobre la anguila “está siendo muy difícil” y que en el texto de compromiso “hay una flexibilidad todavía muy insuficiente”. Además, la propuesta inicial de la Comisión Europea para los Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2023 plantea recortes para especies como el lenguado (-11%), la cigala del Cantábrico (-36%) o el abadejo (-10%) en el mar Atlántico, para las que España pide una bajada menor, aunque no ha puesto aún sobre la mesa objetivos concretos. España defiende el aumento del 10% de la cuota de merluza sur.

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