La pensión de los nuevos jubilados se reduce el 0,7% en un año, hasta los 1.378 euros mensuales

El Departamento que dirige José Luis Escrivá estima que el gasto en pensiones se situó en el 11,7% del Producto Interior Bruto

Tres jubiladas charlas en una calle. |   // IÑAKI OSORIO

Tres jubiladas charlas en una calle. | // IÑAKI OSORIO / Gabriel Ubieto

Gabriel Ubieto

La pensión media de los nuevos jubilados ha bajado un 0,7% en el último año, hasta una media de 1.378,65 euros brutos al mes. Así lo constatan los datos actualizados ayer por la Seguridad Social, que finaliza el 2022 abonando prestaciones contributivas a un total de 9,94 millones de personas en toda España. El descenso del importe medio de las nuevas prestaciones puede deberse a diversos motivos, como que los trabajadores que llegan hoy al retiro lo hacen con peores sueldos, que lo hacen con carreras profesionales más discontinuas o que aceleran su abandono del mercado laboral pese a las penalizaciones contempladas por ley en su futura pensión.

La Seguridad Social, para costear esas casi 10 millones de pensiones mensuales —y pese al leve descenso del importe medio de las nuevas pagas— ha tenido que destinar en diciembre la cifra récord de 10.943 millones de euros, un 6,15% más que en el mismo mes del ejercicio pasado. En esa balanza de gastos e ingresos de la Seguridad Social, los segundos vía cotizaciones sociales también están subiendo y lo hacen a un ritmo superior que el gasto, concretamente al 8,5%.

Porcentaje estable

El Ministerio que dirige José Luis Escrivá estima que el gasto en pensiones se sitúa actualmente en el 11,7% del PIB español, un porcentaje que se ha mantenido estable durante los últimos meses y que está previsto que vaya aumentando progresivamente durante las próximas tres décadas, fruto del progresivo retiro de la generación del baby boom —más numerosa que las precedentes y siguientes—.

Esa ratio pensiones-PIB ya experimentará un incremento a partir de enero del 2023, cuando entrará en vigor la revalorización de las pensiones del 8,5%, en función del IPC medio de los últimos 12 meses y tal como establece la ley. Ayer, el Consejo de Ministros aprobó el real decreto que da luz verde a dicha revalorización.

Aplicando dicha revalorización a las nuevas prestaciones contributivas que está reconociendo la Seguridad Social, esa pensión que hoy es de 1.378,65 euros pasará a ser a partir del mes que viene de 1.495,8 euros brutos al mes. Si se suman las nuevas pensiones y las que ya están cobrando los actuales jubilados y demás personas cubiertas por la Seguridad Social, la pensión media en España se sitúa en los 1.094,87 euros brutos al mes, apenas un 0,07% superior que hace un año.

Es decir, un jubilado, de media, percibe actualmente una pensión superior al salario mínimo interprofesional (SMI), de 1.000 euros brutos al mes (en 14 pagas). Y un nuevo jubilado cobra el equivalente al 76,7% del sueldo medio en España, que en 2020 —últimos datos disponibles del INE— estaba en 1.797,5 euros brutos al mes (en 14 pagas). Para costear dichas prestaciones hay actualmente una media de dos trabajadores en activo por cada pensionista.

Con el fin de amortiguar los impactos que ese progresivo retiro de los baby boomers tendrá sobre la viabilidad del sistema de pensiones —esa ratio trabajadores/pensionistas se debilitará—, el Gobierno ultima reformas. El actual bloque lo está negociando todavía con patronal y sindicatos y no alcanzará a aprobarlo antes del 31 de diciembre de este año, tal como le prometió a la Comisión Europea.

Las líneas maestras de la presente reforma de pensiones que pretende Escrivá va en la línea de aumentar las contribuciones de las grandes empresas para con el erario público y así llevar más dinero a la caja pública. También pretende ampliar el periodo de cómputo utilizado para calcular las futuras prestaciones, elevando desde los actuales 25 últimos años de carrera hasta los últimos 30 años, con la posibilidad de descartar los dos peores.

Esta última medida, según sostiene Escrivá, no llevará más dinero ni tampoco aumentará el gasto para las arcas de la Seguridad Social. Su objetivo es mejorar las prestaciones de los trabajadores más precarios y disminuir un poco la de los empleados con carreras profesionales más estables.

Entre enero y noviembre los empleados públicos de la Seguridad Social ha tramitado un total de 315.804 expedientes de jubilación y 138.058 de viudedad. La media de resolución de estos expedientes ha sido de 21,80 días en el caso de la jubilación y de 19,77 días en las pensiones de viudedad. Esas nuevas altas, cruzadas con las bajas por defunción, dejan un balance de 77.870 pensionistas más del régimen contributivo en el último año.

Con fecha 1 de diciembre, 388.235 pensiones han percibido el complemento por brecha de género, de las que un 92,6% son mujeres (359.365). El importe medio mensual de este complemento en la pensión es de 61,2 euros. De las 388.235 pensiones complementadas, el 21,8% corresponde a pensionistas con un hijo (84.599), que anteriormente no tenían acceso al complemento de maternidad.

Suscríbete para seguir leyendo