Coyuntura

La economía española logró crecer el 5,5% en 2022 pese a la inflación y la guerra en Ucrania

El crecimiento del 0,2% en el cuarto trimestre del año anticipa, sin embargo, un intenso frenazo para 2023

Una operario trabaja en una fábrica de coches en Galicia

Una operario trabaja en una fábrica de coches en Galicia / EP

Rosa María Sánchez

La economía española sorprendió en 2022 con un crecimiento del 5,5%, la misma tasa de avance que en 2021 y muy por encima de la última previsión oficial del Gobierno, del 4,4%. Según el dato avanzado este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -que no será definivo hasta el 24 de marzo- la economía española avanzó el 0,2% en el cuarto trimestre de 2022 respecto al anterior (lo mismo que el dato revisado ahora para el tercer trimestre), lo cual eleva al 5,5% el crecimiento estimado para el conjunto del año.

Así, en el año de la guerra en Ucrania y de la mayor inflación en cuarenta años, la economía española también logró batir la estimación de diciembre del Banco de España, cuando el organismo pronosticó un avance del 4,6% para el conjunto de 2022, e incluso la más reciente del Fondo Monetario Internacional (del 5,2%). Tras un hundimiento del PIB del 11,3% en 2020, la economía española ha logrado encadenar dos años consecutivos con avances del 5,5% que, en todo caso, aún no permiten haber recuperado su nivel prepandemia.

Los datos publicados este viernes por el INE confirman que la recuperación de la economía española fue intensa en el conjunto de 2022 , si bien el año acabó con una desaceleración en picado en el segundo semestre que anticipa el frenazo que todos los analistas apuntan para 2023. En concreto, el INE estima que el PIB creció en el cuarto trimestre del año el 0,2%, después de haber avanzado el 0,0%, el 2,2% y el 0,2% en el primero, el segundo y el tercero, según la serie actualizada este viernes por el INE. El Fondo Monetario Internacional, ha rebajado al 1,1% su previsión para 2023 y la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) prevé una tasa del 1,3%. Tal es la dimensión del frenazo que se espera para 2023.

Es el mismo perfil que, como no podía ser de otro modo, mostraron los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) sobre el mercado laboral este jueves: buenos datos para el conjunto de 2022 pero con señales de alarma en la recta final.

Caída del consumo y la inversión en la recta final

"En un contexto internacional de gran incertidumbre, marcado por las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, la economía española ha demostrado una gran solidez y resiliencia", subraya el Ministerio de Economía tras conocer el dato publicado por el INE.

En el conjunto del año 2022, el PIB a precios corrientes alcanzó casi los 1,33 billones de euros (1.328.922 millones de euros), lo que supone el 10,1% más que en 2021. Si se descuenta el impacto de la inflación, el crecimiento de la economía española en términos reales queda limitado a poco más de la mitar, el 5,5%, después de restar el deflactor del PIB.

Aunque el PIB logró crecer en el cuarto trimestre (0,2%) y consiguió evitar los pronósticos de una caída que iban a introducir a España en una recesión técnica (dos trimestres consecutivos de caídas trimestrales del PIB), lo cierto es que el análisis de los datos de los tres últimos meses de 2022 muestran un claro perfil desacelerado de la economía española. El consumo de los hogares retrocedió en términos reales el 1,8% en el cuarto trimestre del año respecto al tercero. También cayó la inversión de las empresas (-1,2%). Además retrocedieron las exportaciones (-1,1%), aunque lo hicieron con menor intensidad que las importaciones (-4,2%).

Por sectores de actividad, el pinchazo del cuarto trimestre se dejó notar en la construcción (-0,3% respecto al tercer trimestre), en comercio, transporte y hostelería (-0,6%) y en actividades artísticas y recreativas (-7%). Sin embargo, aguantó la agricultura (avance trimestral del 4,3%), la industria (0,1) y las actividades inmobiliarias (2% mas que en el tercer trimestre).

La mordida de la inflación

Para poder construir una idea del mordisco que la inflación ha dado al crecimiento de la economía de 2022, con los datos del cuarto trimestre que este viernes ha publicado el INE, basta observar que, aunque las familias gastaron en el cuarto trimestre de 2022 el 8% más que en el mismo periodo de 2021, en términos reales su consumo solo creció 2,6% (la diferencia se fue en subidas de precios).

En el caso de la inversión de las empresas, la brecha es mucho mayor. Aunque en el cuarto trimestre del año las empresas destinaron a formación bruta de capital fijo el 5,4% más que en el mismo periodo del año anterior, en términos reales se produjo una caída del 5,5%. En el caso de las exportaciones, el aumento nominal del 19,3% se traduce en un avance interanual del 7,6% en términos de volumen.

En conjunto, la economía creció en términos nominales el 8,1% respecto al cuarto trimestre de 2021, si bien en términos reales el avance quedó reducido al 2,7% (con un deflactor del PIB del 5,4% para el cuarto trimestre).

Los beneficios crecen 2,7 veces más que la masa salarial

Los datos del INE también permiten analizar cómo se repartió el crecimiento de la economía del cuarto trimestre desde el punto de vista de las diferentes fuentes de renta.

Si en términos nominales, el PIB creció en el cuarto trimestre el 8,1% respecto al mismo periodo del año anterior, los datos del INE muestran que los beneficios empresariales subieron el 16,9% mientras que la masa salarial avanzó mucho menos, el 6,3%, por la combinacion de un aumento del 2,4% en el número de empleados (siete décimas menos que en el trimestre anterior) y una subida del 3,8% en la remuneración media por cada uno de ellos (frente al 2,2% del tercer trimestre).

Empleo y horas trabajadas

En términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, los datos del INE apunta un incremento del 2% en el cuarto trimestre del año respecto del mismo periodo del año anterior. Esta variación confirma la senda descendente a lo largo de un año que empezó con un crecimiento del 5,3% en el número de ocuados equivalentes a tiempo completo.

El frenazo también se observa en el número de horas trabajadas, que ha pasado de crecer el 7,1% en el primer trimestre a una variación interanual del 2,7% en el cuarto.