Los 10 inmuebles más caros de España

El sector inmobiliario español acapara compraventas de activos por miles de millones de euros. El 2022 fue un año récord, con una inversión total de 15.000 millones. Las 60 mayores transacciones de activos únicos del milenio han movido 20.000 millones, según datos de la consultora internacional JLL. Dentro del ‘top 10’, tres son operaciones de Pontegadea, el brazo inversor de Amancio Ortega

Los 10 inmuebles más caros de España

Los 10 inmuebles más caros de España

Gabriel Santamarina

1. Ciudad Financiera Banco Santander

La Ciudad Financiera de Banco Santander ha sido el activo más caro en la historia del inmobiliario español, y varias veces. Entró en servicio en 2003 y fue vendida en 2008 por 1.800 millones de euros a Marme Inversiones, una empresa propiedad del británico Glenn Maud y el irlandés Derek Quinlan.

En 2014, esta empresa entró en concurso de acreedores al no poder pagar la deuda asociada a la operación, y se subastó. En este proceso participó el propio Banco Santander y el fondo de capital árabe AGC; pero finalmente se le adjudicó por más de 3.023 millones a Reuben Brothers, la firma de inversión de una de las familias más ricas de Reino Unido, imponiéndose a una oferta de 2.850 millones del vehículo árabe y 2.971 millones de la entidad financiera.

Finalmente, en 2019, la entidad ya presidida por Ana Botín la recompró por un importe similar al que pagaron los hermanos Reuben, más una indemnización: 3.157 millones en total. 

Los 10 inmuebles más caros de España

Los 10 inmuebles más caros de España

2. Torre Espacio (Torre Emperador)

Los rascacielos del Paseo de la Castellana de Madrid, conocidos como Cuatro Torres Business Area (aunque ahora son cinco), protagonizan las transacciones inmobiliarias más importantes de la historia de España. El que se ha vendido más caro es la antigua Torre Espacio, renombrada ahora como Torre Emperador. Después de promoverla el Grupo Villar Mir, la enajenó en 2015 por 558 millones al magnate filipino Andrew Tan, a través de Emperador Properties.

En la actualidad sigue en manos de este multimillonario, que ha decidido sacarla a bolsa junto a otro de sus activos en Barcelona. En el toque de campana ha sido valorada en 596 millones, y en ella se alojan varias embajadas o la constructora OHLA. 

3. Centro comercial Xanadú

Xanadú es el centro comercial que más caro se ha vendido en España; en parte por ser el más grande de la Comunidad de Madrid, con 153.000 metros cuadrados de superficie bruta alquilable. En el año 2017, la compañía británica Intu Properties se lo adquirió a la inmobiliaria canadiense con sede en Montreal Ivanhoe Cambridge por 530 millones de euros.

Posteriormente, Intu vendió el 50% del centro a Nuveen Real Estate, filial de TIAA, el fondo de pensiones de los profesores de estadounidenses. En junio de 2020, el gigante británico entró en concurso de acreedores al no poder refinanciar su deuda y encontrarse sin ingresos al estallar la crisis sanitaria del COVID. KPMG ejerció como administrador concursal y se publicaron numerosas informaciones sobre la venta del 50% del centro aún en manos de Intu, con Nuveen entre los candidatos a hacerse con la participación. Finalmente, ninguna operación llegó a buen puerto y la propiedad sigue repartida a partes iguales. 

4. Centro comercial Diagonal Mar

A mediados de 2016 se cerraba la cuarta mayor operación inmobiliaria de la historia de España y la más voluminosa de Cataluña en un único activo, la compraventa del centro comercial Diagonal Mar. Deutsche Bank Asset Management pagó 493 millones de euros al fondo británico Northwood Investors para adjudicarse el mayor centro comercial de Barcelona. Aunque el activo suma 87.500 metros cuadrados, la operación solo involucró a poco más de 60.000 porque la parte restante pertenece a Alcampo. El vendedor compró el activo en 2013 a la Sareb irlandesa, Nama, por 160 millones, logrando unas plusvalías superiores al 200% en menos de tres años de inversión. Fue una de las inversiones más ágiles y signo de recuperación del inmobiliario español tras el pinchazo de la burbuja. 

5. Torre Cepsa

La conocida actualmente como Torre Cepsa es el segundo rascacielos de las Cuatro Torres que se cuela en esta clasificación. Este activo ha sido protagonista de un puñado de compraventas, con grandes plusvalías para unos y pérdidas para otros. Comenzó su construcción Repsol, que quería instalar allí sus oficinas corporativas; pero antes de finalizarlas se lo vendió en 2007 a Caja Madrid, dirigida en ese momento por Miguel Blesa. 

La petrolera invirtió 530 millones en la construcción y la vendió por 815 a la caja de ahorros, unos beneficios de 210-285 millones, que fueron invertidos en montar otras oficinas en el barrio de Méndez Álvaro. Caja Madrid logró alquilarle 29 plantas a Cepsa y firmó una opción de compra con su accionista mayoritario, el fondo soberano de Abu Dabi, que fue ejercida previo pago de 400 millones. El mismo día de la firma fue revendida a Pontegadea, la firma de inversiones del fundador y máximo accionista de Inditex, Amancio Ortega, por 490 millones de euros. Entre todas las operaciones ha movido más de 2.000 millones.

6. Intu Puerto Venecia

En pleno confinamiento por la pandemia, en mayo de 2020, la antes mencionada Intu Properties decidió vender el centro comercial Intu Puerto Venecia, en Zaragoza, por 475 millones de euros. Los compradores fueron Generali Real Estate y Union Investment, que se hicieron con un activo inaugurado en el año 2008.

Intu lo adquirió en 2014 por 451 millones; pero seis meses más tarde le vendió la mitad al fondo de pensiones canadiense CPPIB por 225,4 millones. 

7. Torre Picasso

Torre Picasso, ubicada en el centro del distrito financiero de Azca (Madrid), fue una de las primeras grandes adquisiciones de Amancio Ortega en España en su estrategia de reinvertir los dividendos que obtenía de Inditex. En esta operación, cerrada en 2011, Pontegadea pagó 400 millones de euros a la constructora Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), controlada en ese momento por las hermanas Koplowitz. FCC se vio obligada a vender este atractivo trofeo para aliviar su abultada deuda. En la actualidad es uno de los edificios más caros para alquilar una oficina en la capital. 

8. Gran Vía 32

Amancio Ortega aparece por tercera vez en este ranking, con la compra del número 32 de la Gran Vía madrileña. El 26 de enero de 2015, Pontegadea anunciaba la adquisición de este edificio por 390 millones de euros a varios fondos de inversión: el canadiense PSP, el holandés APG, el británico Phoenix Group y el japonés Sun Capital. 

El inmueble estaba en plena remodelación para, una vez terminado, alojar la mayor tienda de la firma de moda Primark en España. Ocho años después de esta transacción, el activo ha demostrado un buen comportamiento y en él se observan colas para entrar cada fin de semana. 

9. Torre de Madrid

En 2005, Metrovacesa puso a la venta dos grandes activos en Madrid para sufragar la compra de Gecina, la primera inmobiliaria francesa. La inmobiliaria buscó inversores que estuviesen dispuestos a adquirir los dos grandes emblemas de la Plaza de España, la Torre de Madrid y el Edificio España. Por ambos pedía cerca de 650 millones de euros, que finalmente fueron comprados por el fondo de inversión Santander Central Hispano Inmobiliario.

La adquisición del Edificio España se cerró en 277 millones y la de la Torre Madrid en 389 millones, convirtiéndose en el activo único transaccionado más caro hasta la fecha. 

10. Parque empresarial Adequa

El último puesto de este ranking lo completa el parque empresarial Adequa, un complejo de oficinas en el barrio madrileño de Las Tablas, que fue propiedad de Bami Newco. Esta compañía contaba con una deuda de 630 millones con el banco alemán Eurohypo, que fue adquirida por el fondo oportunista Lone Star tras el estallido de la burbuja.

Lone Star ejecutó la garantía hipotecaria y se lo adjudicó en 2014. Después de dos años, lo sacó al mercado y dos gigantes pujaron: Axiare, absorbida años más tardes por Colonial, y Merlin Properties. Finalmente, la inmobiliaria dirigida por Ismael Clemente se impuso, previo pago de 380 millones.

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