El consumo deja atrás la pandemia, pero aún no superó la gran recesión de 2008

agustí sala

El consumo individual deja atrás la pandemia con un incremento del 3,5% en 2021. Pero, aun así, sigue por debajo del nivel de 2007, antes del estallido de la crisis financiera. Se encuentra un 25% por debajo del nivel existente antes de que se produjera el pinchazo de Lehman Brothers y el tsunami que afectó a toda la economía mundial hace 15 años.

La pandemia interrumpió bruscamente la lenta recuperación del consumo individual iniciada tras la Gran Recesión, ya que en 2020 cayó hasta los 16.500 euros anuales, un 10,1% menos que el año anterior. Aunque la recuperación ha sido rápida y en 2021 el consumo alcanzó los 17.100 euros, un 3,5% más, todavía se está lejos del máximo de 22.800 euros de 2007, según un estudio el nuevo número de Esenciales de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie).

Según el estudio, la Gran Recesión, la mayor crisis desde 1929, ya tuvo un fuerte impacto sobre el consumo individual logrado a principios de siglo, que cayó un 24,7% desde la cifra máxima de 2007 hasta los 17.200 de 2014. La caída fue aún más acentuada en los hogares con más miembros, entre los que se encuentran aquellos con hijos dependientes, cuyo consumo se contrajo un 25,9%.

Además, la larga duración de ese periodo de crisis trajo como consecuencia un incremento de la desigualdad en la distribución del consumo individual, que no ha registrado ninguna mejora ni siquiera en el periodo de recuperación, entre 2014 y 2019, indican los autores. Aunque la reducción en el consumo en 2020 debida al confinamiento general de la población por el COVID-19 ha supuesto una reducción de la desigualdad, la recuperación del consumo en 2021 ha venido acompañada de un nuevo aumento de la misma, como han alertado entidades como Intermón Oxfam.

Los hogares formados por personas mayores de 65 años, en general jubiladas, partían del nivel de consumo individual más reducido, 17.800 euros en 2007, y prácticamente no se vieron afectados por la recesión. Finalmente, los hogares con adultos sin hijos dependientes, que antes de la crisis gozaban del mayor nivel de consumo individual con 24.800 euros en 2007, sufrieron una caída del 26,7%, pasando a 18.200 euros en 2014, y una recuperación posterior hasta 2019 del 5,3%.