La brecha de género bate récords en Galicia: un 37% más de mujeres que hombres sin empleo

La comunidad contabiliza 59.848 trabajadoras desempleadas frente a 22.526 varones | Los sindicatos reclaman más políticas públicas para apoyar la conciliación

Una mujer hace la cama en un hotel.

Una mujer hace la cama en un hotel. / JAVIER ALBIÑANA

Manolo Rodríguez

Manolo Rodríguez

La brecha de género es una lacra que permanece instalada en el mercado de trabajo gallego y que, lejos de corregirse, se ha incrementado con el paso de los años hasta alcanzar máximos desde la crisis de 2008. Y eso que en los últimos ejercicios se ha reducido la tasa de paro, pero no ha sucedido lo mismo con la brecha de género. Así lo reflejan las cifras del desempleo, que muestran que Galicia tiene un 37% más de mujeres en el paro que hombres: 59.848 frente a 22.526. ¿Y qué se puede hacer para hacer frente a esta situación? Los sindicatos apuestan por reforzar las políticas de empleo y reclaman políticas públicas de apoyo a la conciliación e incentivos para favorecer la incorporación de las mujeres al mercado laboral.

“Nosotros consideramos que la reforma laboral, que favorece la creación de empleo estable y la conversión de empleo temporal en indefinido, debe mejorar esta situación. Hay instrumentos como los convenios colectivos y los planes de igualdad que sirven para detectar esta desigualdad en la que se encuentran las mujeres en el mercado laboral”, reconoce Maica Bouza, secretaria de Emprego, Política Social e Políticas Públicas de Protección de CCOO en Galicia. La dirigente sindical asegura que tiene que haber políticas públicas de acompañamiento para favorecer el empleo femenino. “No consiste solo en incentivos a la contratación”, apunta.

En las últimas dos décadas, las listas de desempleo en Galicia siempre han contabilizado más mujeres que varones, pero tras la gran crisis de 2008 se produjo un cambio de tendencia. Nunca se llegó a que la brecha de género en el empleo se diese la vuelta, pero tras estar por encima del 60% entre 2005 y 2008, el porcentaje comenzó a rebajarse hasta que la diferencia entre mujeres y hombres que estaban en paro se situó por debajo del 10% en el cuatrienio 2011-2014. Hubo meses en 2012 y 2013 en los que la cifra fue inferior al 5%. Pero a partir de 2014, la brecha de género no ha hecho más que ensancharse con el problema añadido de que la pandemia se ha convertido en un factor que ha contribuido a agrandar la distancia, hasta el punto de que se ha pasado del 30% más de paradas que había en 2019, antes de que irrumpiera el coronavirus, al 37% actual, con picos por encima del 40% en el segundo semestre de 2021 y 2022. En septiembre de 2021 se alcanzó el 45% de diferencia, y en agosto de 2022, el 44%.

Y la brecha ha ido en aumento pese a que las cifras del paro se han reducido en los últimos dos años tanto en los hombres como en las mujeres. Para Maica Bouza que baje el paro, pero no descienda la diferencia entre ambos sexos “tiene que ver con la estructura productiva y que las mujeres tienen un menor porcentaje dentro del empleo y sus condiciones de trabajo son más precarias que las de los hombres”. La responsable de empleo de CCOO explica que la brecha de género se produce porque “todo el grueso del movimiento laboral se está haciendo en el sector servicios. Entonces cuando hay creación de empleo, crece un poco más el femenino que el masculino y, por ejemplo, en el pasado mes de enero, que coincide con la estacionalidad y la pérdida de los contratos de la campaña de Navidad, el empleo que se pierde es femenino”.

“Todos sabemos que desgraciadamente aún sigue recayendo sobre las mujeres el peso de la conciliación y eso es debido a una ausencia de medidas de conciliación y a una ausencia de servicios públicos que ayuden a esa conciliación”, explica Maica Bouza.

Los complementos salariales son la causa del 40 % de la brecha de género.

Los complementos salariales son la causa del 40 % de la brecha de género.

Por eso, para ella cambiar la situación de las mujeres en el mercado laboral “requiere de políticas públicas de apoyo a la conciliación, servicios públicos de apoyo a la conciliación, y ayudas e incentivos para favorecer la incorporación de las mujeres al mercado laboral”.

Pero la brecha de genero no solo se produce en el número de paradas y parados que hay en Galicia. También en el sueldo que cobran unas y otros. Coincidiendo con el Día Internacional contra la Brecha Salarial de Género, CCOO denunció esta semana que hay una diferencia salarial del 22% entre hombres y mujeres en la comunidad.

El sindicato alerta de que esta diferencia en el mercado laboral se traduce en peores condiciones, temporalidad, mayor parcialidad y peores salarios. Y pone como ejemplo la falta de correspondencia en los cuidados, donde el 88% son mujeres, o la diferencia en la retribución de las pensiones, en la que los hombres perciben un 35% más que ellas.

Y por último, un informe de la CIG alertaba el pasado viernes de que la brecha salarial de género se redujo cuatro décimas, del 19% al 18,6%, pero aun así los ingresos del 42,4% de las mujeres asalariadas en Galicia no alcanzaron el Salario Mínimo Interprofesional en 2021, mientras que el porcentaje de hombres gallegos que ingresaron menos del SMI fue del 29,1%.

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