Crisis de precios

Juan Roig (Mercadona) rechaza frontalmente topar el precio de la alimentación: “Es un brindis al sol”

El presidente del mayor supermercado de España reconoce haber repercutido sobre el cliente un 10% de su subida de costes, única forma, ha dicho, de evitar un “desastre” en la cadena de producción

Clientes comprando en un establecimiento Mercadona en Barcelona.

Clientes comprando en un establecimiento Mercadona en Barcelona. / Ferran Nadeu

Paula Clemente

Hace solo un año, en su presentación de resultados anual, Juan Roig confesaba que lo que más preocupaba a Mercadona de cara a 2022 eran el covid, la “tormenta perfecta” macroeconómica y una inflación que empezaba a ir hacia arriba. Un año después, la alimentación está un 16,6% más cara y los supermercados están en el centro de la diana por su potencial papel a la hora de resolver el problema. Pero Roig lo tiene claro: la solución no pasa en ningún caso por topar los precios de la alimentación con una cesta de la compra rebajada como se ha acordado en Francia o fijando los precios por arriba como se discute en Portugal. “Es una ilusión, es imposible: esto funciona con oferta y demanda, y lo demás son brindis al sol”, ha sentenciado.

En la cita de este año, el empresario ha dejado claro que una de las prioridades de la compañía para 2023 es bajar el precio del carro de la compra y que colaborarán todo lo que puedan con iniciativas públicas como el bono consumo que negocia el presidente de la Comunitat Valenciana, Ximo Puig, con los grandes distribuidores. Sin embargo, ha insistido Roig, su estrategia no pasará por bajar “artificialmente” el precio de sus productos. “Si hay más oferta que demanda, los precios bajan; y si hay más demanda que oferta, los precios suben: no depende de una decisión personal nuestra, depende de la oferta y la demanda”, ha argumentado Roig.

En este sentido, el presidente de Mercadona ha confesado que la cadena de supermercados ha tensionado “como nunca” la relación con los proveedores, tanto, ha dicho, que algunos incluso dejaron de producir. “Tu tratas de no subir precios, pero si no subes precios, te quedas sin producto”, ha zanjado el directivo, mostrándose igualmente convencido de que con estas subidas han logrado evitar un “desastre” en la cadena de producción alimentaria.

Aumento de costes

En concreto, según las cifras puestas este martes encima de la mesa, Mercadona ha repercutido sobre el cliente un 10% del 12% que le han subido los costes. Este 12% equivale a 500 millones de euros (en buena medida, porque los sueldos han subido en línea con el IPC en la empresa) y todo ello se ha traducido en 140 millones de euros menos de margen de beneficio, un recorte de 0,6 puntos respecto al año pasado.

En cualquier caso, los números siguen saliendo: la principal cadena de supermercados de España ingresó 31.000 millones de euros (un incremento del 11% que se asocia en grandísima parte al aumento de precios) y ganó 718 millones de euros el año pasado, un 5% más que el anterior. Y Roig lo ha celebrado sin complejos, aprovechando, de hecho, la ocasión, para hacer un alegato a favor de los beneficios. “En España parece que lo queramos ocultar, y es una cosa muy buena: tener beneficios es indispensable, sin ellos no puedes reinvertir, ampliar una empresa, mantenerla y actualizar sus activos; cuantos más beneficios, más impuestos, mejores sueldos y más dividendos puedes pagar a tus accionistas”, ha sostenido el empresario, que ha blandido asimismo uno de sus grandes mantras: “Los empresarios somos los que generamos riqueza en un país, el bienestar de la sociedad dependerá del número de empresarios (honrados, por supuesto) que existan”.