Europa se resiste a dar ayudas directas a los consumidores para la cesta de la compra

La mayoría de países opta por subvencionar la energía y refuerzan el control a alzas injustificadas

Redacción

El acuerdo del Gobierno de Francia con las grandes cadenas de súper para contener la inflación es una excepción en una Europa que lleva meses sufriendo el azote de la inflación. La mayoría de los países implantaron en su día, y aún mantienen, ayudas para sufragar el alza de la factura energética y han incrementado los controles para evitar abusos y alzas injustificadas de precios.

E Francia: un trimestre voluntario contra la inflación. El Gobierno francés anunció el día 6 un acuerdo con las grandes cadenas de súper para impulsar un “trimestre contra la inflación”. El Ejecutivo de Emmanuel Macron intentó desde principios de año que los distintos grupos de distribución impulsaran una misma cesta de la compra con 50 productos rebajados, pero las empresas del sector se negaron. Al final, la cesta contra la inflación fue sustituida por dicho “trimestre contra la inflación”. Varias cadenas de distribución se han comprometido a vender productos con “los precios más bajos posibles”.

E Alemania: la factura de gas, prioritaria. En Alemania, el tripartito de Olaf Scholz (socialdemócratas, verdes y liberales) no ha implantado medidas concretas para paliar los efectos de la inflación en la cesta de la compra. Los paquetes multimillonarios de apoyo a familias —y empresas— se han concentrado en compensar al ciudadano por la subida del gas. Los esfuerzos acelerados para dejar atrás la dependencia energética respecto a Rusia dispararon los precios, puesto que las alternativas para garantizar que no habría cortes eran más caras.

E Reino Unido: solo para el gas y la luz. El Gobierno británico no ha dado ayudas a los ciudadanos por la subida de la cesta de la compra, a diferencia de las ayudas para el gas y la electricidad, que finalizan en abril. La cesta de la compra se ha incrementado durante 17 meses seguidos. En enero registró el récord, el 16,7%, mientras que en febrero subió el 8,4%. Algunos productos como la leche se han incrementado el 46% en un año. El regulador británico ha establecido un control sobre la información que se da de los productos, por peso y por volumen, para que los consumidores elijan dónde comprar con conocimiento.

E Italia: medidas de emergencia en energía. En el último año, los dos gobiernos italianos que se han sucedido han adoptado diversas medidas para minimizar el alza de los precios por la crisis energética que afecta a Europa. Un último paquete de medidas, aprobado en diciembre pasado, establece que hasta junio se prohíbe a las empresas modificar de manera unilateral los contratos de suministro de luz y gas. La Autoridad de Competencia abrió una investigación a siete eléctricas por supuestas alzas injustificadas a 2,5 millones de clientes.

E Portugal: mayor fiscalización de prácticas abusivas. La subida de los precios de los alimentos está asfixiando a las familias portuguesas. Según la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE), se ha incrementado el 29% respecto a 2022, al mismo tiempo que se han detectado márgenes brutos de beneficio de hasta el 50% en las tres principales cadenas de supermercados para alimentos como las cebollas, las naranjas y la carne de cerdo. El ministro de Economía luso, António Costa Silva, garantizó una mayor contundencia en la fiscalización de las prácticas abusivas.