La policía confirma el saqueo de las cuentas de Alu Ibérica con la compra de criptomonedas

Los investigadores del caso sobre la antigua Alcoa siguen el recorrido de al menos 285.000 euros a través de sociedades pantalla para ser convertidos en bitcoins

Trabajadores de Alu Ibérica de Avilés y A Coruña en una protesta en Madrid.

Trabajadores de Alu Ibérica de Avilés y A Coruña en una protesta en Madrid. / LOC

M.M. / E. P.

Parte de los fondos distraídos de Alu Ibérica, antigua Alcoa Inespal, terminaron en la plataforma de compraventa de criptomonedas de tipo Kraken Payward. La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional que investiga la presunta estafa en la venta de las fábricas de A Coruña y Avilés ya han confirmado que al menos 285.000 euros se convirtieron en bitcoins tras pasar por varias empresas pantalla.

La UDEF ha trazado la metodología seguida para el “desvío de fondos de cuentas hacia el mercado de cripto divisas”, que ya figuraba como sospecha en un informe previo que ya adelantó el pasado mes de octubre El Periódico de España, que pertenece al mismo grupo editorial que el diario LA OPINIÓN.

La multinacional Alcoa Inespal vendió las plantas de Avilés y de A Coruña por un euro cada una al fondo de inversión suizo Parter Capital. Esta firma revendió pocos meses después de la operación el 75% de las sociedades por t rece millones de euros al Grupo Riesgo. Fue el principio del fin de la compañía. 

La titular del Juzgado Central de Instrucción Número 3 de la Audiencia Nacional , María Tardón, aceptó investigar la querella interpuesta por los sindicatos contra los directivos Víctor Rubén Domenech y Alexandra Camacho, entre otros, al entender que se podrían haber producido varios delitos, como el de estafa, fraude y blanqueo de capitales.

Los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal explican a través de un informe con fecha del pasado 8 de marzo, “la metodología” seguida por algunos de los investigados “de manera paralela a la despatrimonialización de Alu Ibérica”.  

El “elemento troncal sería el desvío de fondos de cuentas bancarias” de las plantas de Avilés y A Coruña “hacia el mercado de criptodivisas”, confirmando de esta forma las sospechas de los investigadores. 

Estos hechos han quedado confirmados, añaden, después de haberse extraído de los dispositivos del investigado Antonio Fernández Silva, conocido como Toni, “una serie de operaciones sospechosas que una vez reconstruidas con las detectadas y expuestas en informes anteriores, vienen a constatar la sustracción de capitales y patrimonio de las plantas de producción de aluminio y su conversión a través de cripto activos”.

Añade este informe que Fernández Silva “participa de manera activa en los hechos investigados, conformando junto con el resto de integrantes, una organización dedicada a la evasión de capitales de procedencia desconocida”.

Los investigadores del caso señalan, además,que el propio Antonio Fernández Silva, coordinado con Francisco Javier Fernández de Bobadilla y con el presidente del Grupo Riesgo, Víctor Rubén Domenech, se encargaba de realizar “las transacciones de criptodivisas, adquiriendo y traspasando los BTC hasta el monedero de los clientes”.

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