Todos los años, cuando dan las campanadas, Amancio Ortega se encuentra con el problema que tiene que invertir con rapidez el dinero que recibe por los dividendos de Inditex y por los beneficios que le proporciona su brazo inversor. De lo contrario, tendrá que pagar una parte de esos ingresos en impuestos sobre el patrimonio.
En 2022, por ambos conceptos disponía de 2.736 millones (1.718 de los dividendos de la multinacional y 1.018 de Pontegadea). El 31 de diciembre se había gastado 2.783. Amancio Ortega tiene que invertir los beneficios que consigue en el plazo de un año debido a la fiscalidad que rigen las family offices como la suya.
Hasta ayer, el empresario no había realizado ninguna adquisición. Lo único que había trascendido fue el interés a principio de marzo por la antigua sede de la BBC en Londres por casi 90 millones. El ejercicio pasado, a estas alturas, ya se había gastado 843 millones en el icónico rascacielos de oficinas Royal Bank Plaza de Toronto en Canadá. Por eso extrañaba que en el primer trimestre no hubiese realizado ningún movimiento. Pero ayer se conoció que el empresario ha adquirido un edificio de 120 apartamentos de lujo en alquiler en la zona portuaria del sur de Dublín por más de 100 millones. Es la primera compra de 2023 y marca el inicio de la carrera contrarreloj para invertir este año el récord de 2.217 millones por los dividendos de Inditex más los beneficios de Pontegadea de 2022, que están a punto de hacerse públicos.
El nuevo edificio, denominado Opus, cuenta con 24 apartamentos de un dormitorio, 74 de dos y 22 de tres, con un precio de 841.666 euros cada uno de ellos.