La nueva tarifa regulada de la luz menos ligada al vaivén del mercado llegará en 2024

El coste de la energía dejará de estar solo vinculado al ‘pool’ para hacerlo también a los precios de futuros: más estables, no necesariamente baratos

sara ledo

El Gobierno retasa un año la puesta en funcionamiento de la nueva tarifa regulada de la luz, menos ligada al vaivén de precios del mercado. La nueva tarifa de Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC), que debería haberse puesto en marcha a principios de este año, entrará en vigor a partir de 2024, según avanza Cinco Días y ha confirmado el Ministerio para la Transición Ecológica.

En diciembre, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), puso en duda la reforma que planteaba el Gobierno al considerar que podría no dar las señales correctas e incluso podría incrementar el precio de la luz. Entonces, el Gobierno anunció su intención de “revisar” su propuesta, que finalmente envió con fecha del jueves 30 de marzo al Consejo de Estado con carácter de urgencia. Este organismo dispone de 15 días hábiles a partir de esa fecha para realizar su dictamen, y será a partir de entonces cuando podrá ser aprobada por el Consejo de Ministros.

Más allá de la fecha de su puesta en marcha, apenas hay cambios entre ambos textos y la fórmula se mantiene tal y como había anunciado el Ministerio para la Transición Ecológica hace unos meses. El precio de la energía —uno de los cuatro conceptos de la factura, junto a la potencia contratada, los impuestos y los conceptos regulados— se calculará no solo en función del precio del mercado diario (el denominado pool), sino que una parte se vinculará al precio de la luz en el mercado de futuros, que es más estable. En concreto, se establece una cesta de futuros en la que el 10% corresponderá al producto mensual, el 36% al producto trimestral y el 54% al producto anual. Pero el cambio no será repentino, sino progresivo, para que la referencia de mercados a plazo represente el 25% del precio en 2023, el 40% en 2024 y el 55% en 2025.

Este mecanismo implica precios menos volátiles, pero no necesariamente más baratos. Así, según recoge tanto la CNMC en su informe, como el Gobierno en la memoria económica del real decreto ley anterior, en un escenario de picos de precios como el de los últimos meses, esta tarifa suavizaría los incrementos, pero en un escenario estable —como había sido habitual antes de la guerra— podría suponer un alza.