Permiso laboral
El Gobierno estudia un permiso laboral para acompañantes de personas en riesgo de suicidio
El Ejecutivo alcanza un acuerdo con Más País para tratar de desarrollar una nueva prestación antes de finalizar la legislatura
Gabriel Ubieto
El Gobierno ha iniciado los trámites para crear un permiso retribuido de hasta dos semanas de duración para trabajadores que tengan que ausentarse de su empleo para acompañar a una persona en riesgo de suicidio. Así lo ha anunciado este martes el líder y diputado de Más País, Íñigo Errejón, tras una reunión un día antes con el ministro de Inclusión y Seguridad Social, José Luis Escrivá. Este permiso laboral estará pensado para permitir a cualquier trabajador poder dejar temporalmente de trabajar sin renunciar a su fuente de ingresos y sin tener que solicitar autorizaciones especiales o adaptaciones de jornada a su empresa.
En España un total de 4.003 personas se quitaron la vida en 2021, un 1,6% más que en 2020 (3.941), según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo que representa casi 11 suicidios al día y una tasa con de 8,44 suicidios por cada 100.000 habitantes.
La medida entra ahora en fase técnica, deberá ser pulida desde el Ministerio, negociada con patronal y sindicatos, así como con otros ministerios implicados -como el de Sanidad- y la intención es tenerla aprobada "cuanto antes", según apuntan desde el departamento de Escrivá. Ese "cuanto antes" podría pasar por tener atada esta nueva prestación antes de finalizar la presente legislatura.
Los detalles de ese permiso retribuido todavía están por definir, pero Errejón ha avanzado que el inicio del mecanismo estará en un facultativo público que deberá determinar por escrito que una persona está en riesgo evidente de suicidio. Entonces ese parte -similar a uno de baja médica de un trabajador en incapacidad temporal- daría derecho a que el acompañante pidiera en el trabajo ausentarse durante una semana, más otra prorrogable si así lo determina el facultativo.
El diputado de Más País también ha avanzado que dicho acompañante podrá ser cualquier persona designada por la persona en riesgo de suicidio, si bien todos esos detalles -si habrá exigencia de consanguineidad y de qué tipo- y el perímetro de la nueva prestación contributiva todavía están por definir. "El coste de la medida es muy bajo y, sin embargo, el impacto puede ser absolutamente decisivo. Tener alguien que te acompañe salva vidas", ha defendido Errejón.
La iniciativa surge de una proposición no de ley presentada por Más País este pasado febrero en el Congreso, que sobrevoló la negociación de la reforma de las pensiones, cerrada recientemente, con la idea de ser incluida en la misma. No obstante, desde Seguridad Social se optó, dada la complejidad de la negociación, de dejar esta cuestión para un trámite propio. Este requerirá de una modificación del actual abanico de prestaciones contributivas, ya sea mediante la creación de una nueva o de la modificación de las existentes.
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