El precio promedio de la luz subirá este viernes cerca de un 17 % hasta los 122,4 euros el megavatio hora (MWh), su precio más alto desde marzo, de acuerdo con la subasta celebrada este jueves en el mercado mayorista, que coincide con el primer aniversario del tope al gas.

Precisamente el tope al gas seguirá sin aplicarse debido a que su cotización en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) continúa por debajo del límite de 58,3 euros/MWh fijado por el Gobierno para este mes.

La luz no se pagaba tan cara desde el pasado 15 de marzo, hace justo tres meses, cuando alcanzó un precio medio de 132,7 euros/MWh.

Por franjas horarias, la luz alcanzará su precio más alto entre las 21:00 y las 22:00 horas, con 156 euros/MWh; y el más bajo entre las 15:00 y las 16:00, con 97 euros/MWh.

En lo que va de junio, la luz se ha pagado de media a 86,6 euros/MWh, un 60,4 % menos frente a los 203 euros/MWh que registró en el mismo periodo de 2022, mientras que, desde inicios de 2023, la electricidad ha costado de media 87,2 euros/MWh, menos de la mitad de los 211,5 euros/MWh del año anterior.

Asimismo, la luz será este viernes un 54 % más barata que hace un año, cuando alcanzó los 264 euros/MWh, y marcará un precio inferior al de los países de su entorno, a excepción de Italia, donde se alcanzarán los 121,3 euros/MWh.

En Francia, el precio medio alcanzará los 127 euros/MWh; en Alemania, los 127,5 euros/MWh, y en el Reino Unido, las 108,8 libras/MWh (unos 127 euros al cambio actual).

El tope del gas cumple un año

La subida del precio de la luz coincide con el primer aniversario del mecanismo ibérico, más conocido como tope al gas, que desde que entró en vigor ha permitido reducir el precio de la luz cerca de un 15 %, aunque en los últimos casi cuatro meses no ha sido necesaria su aplicación por la caída del gas.

Según los datos recopilados por EFE, en el último año la luz ha marcado en el mercado mayorista un precio medio de 153,2 euros el megavatio hora (MWh), lo que supone una cifra cerca de un 15 % inferior en comparación con los 180,7 euros/MWh que se habrían alcanzado si no estuviese en funcionamiento el tope al gas.

Aunque en términos generales el tope al gas ha tenido unos efectos muy positivos a la hora de contener el precio de la luz y mandar señales a los mercados energéticos, en los últimos meses ha tenido un efecto residual, ya que no ha sido necesaria su aplicación por la caída del gas.

Por esta razón, el tope al gas encadena 110 días sin aplicarse y suma 125 desde que entró en vigor, ya que la cotización de esta materia prima en el Mercado Ibérico del Gas (Mibgas) se ha mantenido en todo momento por debajo del precio máximo establecido por el Gobierno, que comenzó en los 40 euros/MWh y actualmente se sitúa en los 58,3 euros/MWh.

El tope al gas, que ha sido prorrogado hasta el 31 de diciembre con el objetivo de contar con una "red de seguridad" para los consumidores en el caso de que su precio repunte en los próximos meses, ha permitido a España contar con una luz notablemente más barata que la de los países del entorno.

Italia ha sido el país que ha tenido la electricidad más cara en el último año, con una media de 256 euros/MWh, por delante de los 225,4 euros/MWh registrados en Francia, afectado por el parón de sus reactores nucleares, y los 201 euros/MWh de Alemania, lastrado por su dependencia de los combustibles fósiles rusos.