Opinión | OPINIÓN
La familia Gallés: ¿con un pan bajo el brazo?
La historia de Europastry nos permite reflexionar sobre el momento en que se ejecutan ciertas decisiones y la diferencia entre valor y precio

Jordi Gallés, presidente ejecutivo de Europastry / / Europastry
Manel Gallés tenía un molino de harina puesto en marcha por su padre en 1860, una panadería y el único taxi de Castellterçol (Barcelona) cuando, en 1936, todo le fue requisado y lo enviaron al frente republicano. Su hijo Pere (1931) quería ser arquitecto. "Mi padre quería que le ayudase a hacer pan y tenía que obedecer. Me sentí decepcionado, aunque visto ahora no estuvo mal. Quizá habría sido un mal arquitecto. La panadería no me seducía por el esfuerzo y la dedicación que exigía, pero él me dijo: ‘Tú quédate en casa haciendo pan, porque siempre te ganarás la vida y no pasarás hambre’. Supongo que pagaron mi formación vendiendo pan blanco de estraperlo", explicaba.
En los 60, Pere Gallés se trasladó a Badalona. Compró otros obradores y en los 70 creó la cadena El Molí Vell, que llegó a tener 50 puntos de venta caracterizados por su amplia gama de productos y la flexibilidad horaria, y que fue dirigida durante años por un yerno.
En 1974 entró de socio en la panificadora Marcosa, de la que compró el 100% en 1980, año en el que en una feria en Francia descubrió el pan ultracongelado de masa cruda. Él probó con el pan precocinado: "Mi padre creó la empresa a partir de una innovación, lo llevamos en el ADN", cuenta su hijo Jordi Gallés. Actualmente tienen cuatro centros de investigación con un presupuesto total de 90 millones al año.
En 1977 se produjo la liberalización del mercado del pan y en 1987 Gallés creó una planta para cruasanes congelados. Un año más tarde fundó Europastry con El Moli Vell y Fripan. Más tarde se convirtió en el suministrador de Barcelona-92 y ganó mucha visibilidad pública. En 1994, la entrada del fondo de capital riesgo Dinamian con seis millones de euros, y 26% del capital, permitió construir la planta de Azuqueca de Henares. "Con otros socios, hay menos problemas familiares. Las empresas familiares tendemos a hacer las cosas de cualquier forma, porque el olfato del empresario es una virtud; pero cuando la empresa crece, además de olfato, hace falta método", argumentó Pere.
En 1996, Jordi (1972, MBA por Esade), tras un año en Le Bon Pain y otro en Vaesa, se incorporó a la empresa familiar como controller de fábrica. Después pasó a ser director de operaciones, de márketing y director general. En 1998, la familia demandó a El Moli Vell como administradora en la quebrada Barnipeix, con un agujero de seis millones. Lejos de achicarse, un año más tarde, la empresa empezó a fabricar Dots para competir con Donuts.
En 1999, la familia recompró la participación de Dinamian por 12 millones. Y en 2000 Agrolimen se hizo con el 50% del capital -dentro de una estrategia recomendada por McKinsey de inversión- por 48 millones, pero a los meses se recompró por 54 millones, con una plusvalía del 12% para los Carulla en menos de un año. "Nos vinieron a buscar, pero nos casamos demasiado rápido, casi sin noviazgo. Como amigos reconocimos que nos habíamos equivocado", dijo entonces Pere . Y probablemente tenía razón, no es lo mismo un socio con el 20% que con el 50% (la norma de Agrolimen); en este último caso puede ser que "dejes de mandar". Dicen que la operación se frustró por una diferencia "mínima" en cuanto al pago correspondiente a El Moli Vell, pero la causa real pudo ser la sustitución de Carlos Palou, director general desde 1982 con acciones y una cadena de cafeterías, por un candidato propuesto por Agrolimen, modificando las expectativas del joven Jordi.
Luego se fueron turnando Inveralia, Ibersuizas, el Banco de Sabadell y finalmente MCH PrivateEquity en 2011 con el 21% de participación. Cada sustitución tuvo buenas plusvalías, salvo la última, que tal vez está presionando la salida a bolsa para que no se le pase el arroz.
En 2001 se incendió la planta de los Dots, valorada en 20 millones. En 2002 compraron el segundo operador del mercado, Frida (líder en bollería). Y en 2003 se constituyó la patrimonial Galles Office, tenedora de las acciones, en los Países Bajos, por motivos fiscales. En 2007 intentaron la primera oferta pública de venta de acciones, con una tasación de 370 millones, pero se frustró por las turbulencias del mercado.
Tras una larga enfermedad, en 2010 falleció el fundador. Jordi fue nombrado presidente ejecutivo. La family office se trasladó a Barcelona ¿por presiones de Hacienda? En 2015 vendieron El Moli Vell y las nuevas marcas L’Obrador y Santa Gloria. "No podemos abarcar muchas cosas, la especialización es fundamental", argumenta Jordi.
En 2018 se produjo el segundo intento de salida a bolsa, con un valor de entre 900 y 1.200 millones (la facturación era de 600 millones, y el ebitda, de 95) pero se paralizó por la crisis asiática. En junio de 2024, se volvió a intentar, pero dos semanas antes se bloqueó "para monitorizar el mercado para identificar la mejor ventana para retomar la salida".
Ahora, este octubre, se ha realizado el cuarto intento, con una valoración inicial de 2.000 millones, rebajada a 1.600. La facturación de la compañía se sitúa en 1.347 millones; el ebitda, en 205 millones, y los beneficios, en 69 millones. Europastry es el quinto especialista mundial en masas congeladas (50%, pan, y 48%, bollería) con clientes como Dunkin y Starbucks, y una cuota de mercado del 27% en España. Los objetivos de la irrupción en la bolsa es dar salida al 21% del fondo MCH y aumentar capital en 225 millones con objeto de reducir deuda (763 millones con unos fondos propios de 343). El 76% es de la familia Gallés, que se vería reducido al 60% tras la dilución, y otro 4%, del consejero delegado Jordi Morral (le falta un 1% para beneficiarse de la fiscalidad de la empresa familiar). El día antes se paralizó por "las condiciones desfavorables del mercado, la volatilidad y la elecciones de EEUU". Pero el Ibex 35 está en máximos. ¿Influye que Puig haya caído a 20 euros desde su salida a 24? ¿Será que es un negocio muy industrial y complejo (22 plantas), comodity con mucha plantilla relativa?
Entre las fortunas españolas
Algunos sitúan a los Gallés Gabarró como la 99ª fortuna española, con 675 millones. Son Gloria, viuda de Pere, y sus tres hijos: Anna -en 2014 creó la fundación medioambiental Andrena-; Eva,consejera de la inmobiliaria Metrópolis -formada por los Carulla, Suqué, Rodés, Godia y Ferrero-, y Jordi. Las dos hermanas trabajaron en los departamentos de informática y márketing de la empresa, pero hoy están replegadas en el consejo de administración, junto a su hermano como presidente ejecutivo, el consejero delegado Jordi Morral (fue el director financiero antes de irse a Pronovias y ser recuperado), el dominical de MCH y dos mujeres que presiden las comisiones de auditoría y nombramientos, de mayoría independiente, creadas con vistas a la salida a bolsa.
Esta historia nos ayuda a reflexionar sobre el momento en que se ejecutan según qué decisiones, la diferencia entre valor (teórico) y precio (lo que se está dispuesto a pagar), la importancia de la innovación, el gobierno corporativo, la planificación del relevo generacional, las alianzas, el desapego respecto al negocio inicial y la libertad de decisión de los continuadores, la fidelización de directivos y el tándem gobierno-dirección, entre otros.
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