La cosecha de aceite remonta y hace prever precios moderados

Las previsiones de los productores apuntan a que se superarán los 1,2 millones de toneladas, por encima de la media de los últimos años

Vareo de un olivar. |  Fernando Casanova

Vareo de un olivar. | Fernando Casanova

María Jesús Ibáñez

Barcelona

Ya se empiezan a ver por los campos y caminos rurales los primeros remolques cargados de aceitunas recién recogidas. Y aunque es todavía temprano (en muchas regiones faltan unas semanas para empezar a varear), las previsiones son este año más que optimistas. Todo apunta a que la cosecha de aceite de oliva experimentará una recuperación de la producción media en España, tras dos campañas extraordinariamente bajas, diezmadas por culpa de la sequía. Según los datos que maneja el Ministerio de Agricultura, la cosecha 2024-2025 llegará a las 1.262.300 toneladas, lo que representaría un incremento del 48% con respecto a la temporada anterior, y se situaría un 4% por encima de la media de las seis últimas campañas. Las lluvias que cayeron la pasada primavera, justo cuando los olivos se encontraban en plena floración y los frutos empezaba a cuajar, han sido determinantes para la recuperación.

«Los datos son positivos» y la recuperación del potencial productivo «permitirá retomar la normalidad en los mercados», ha vaticinado el ministro de Agricultura, Luis Planas, tras comprobar las informaciones que las principales zonas productoras han enviado las últimas semanas a Madrid. «Estamos en una situación favorable para disponer de un volumen suficiente para abastecer al mercado nacional, con un precio que sea razonable para las familias e inferior a los importes tan altos que se han alcanzado», declaraba recientemente Planas en una entrevista con Europa Press.

De hecho, con el inicio de la cosecha en las primeras fincas, el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía, el mercado de referencia para este producto en España, ya ha empezado a registrar descensos significativos en los precios en origen, que son los que las almazaras (allí donde se produce el aceite) pagan a los agricultores. Es de prever, pues, que estas disminuciones se trasladen, más antes que después, al precio de venta al público, el que pagamos los consumidores en la tienda.

Con todo, especialmente en los olivares de secano, hay que seguir pendientes de las condiciones climáticas de las próximas semanas, advierte el ministerio, «que serán determinantes para garantizar la correcta evolución de la aceituna, ya que las precipitaciones en esta fase del cultivo son claves para la producción de aceite», puntualiza. Hay tiempo, porque lo fuerte de la recolección no suele llegar hasta entrado el mes de noviembre.

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