La excelencia empresarial tiene premio

La Confederación Española de Directivos y Ejecutivos entrega en A Coruña sus galardones a Adolfo Domínguez, Fundación Érguete-Integración, Grupo Cortizo, Grupo Zendal, Lence y Monbus

La alcaldesa, con representantes de la Fundación CEDE y premiados. |  Germán Barreiros/Roller Agencia

La alcaldesa, con representantes de la Fundación CEDE y premiados. | Germán Barreiros/Roller Agencia

La Fundación CEDE-Confederación Española de Directivos y Ejecutivos entregó ayer en el Ayuntamiento de A Coruña sus premios anuales a la excelencia empresarial en el marco del XXIII Congreso de Directivos CEDE, que hoy arranca en Palexco.

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Los premios concedidos por la Fundación CEDE, que lleva 27 años impulsando el valor directivo, reconocen a empresas, entidades y líderes por su aportación en las áreas de sostenibilidad, impulso empresarial, trayectoria empresarial, investigación, compromiso social y empresa familiar. El Premio a la sostenibilidad fue para Adriana Domínguez, presidenta de Adolfo Domínguez, que ha convertido el reto de la sostenibilidad en un valor distintivo de su compañía.

El Premio al impulso empresarial fue otorgado a Raúl López, presidente de Monbus y miembro de la segunda generación de esta empresa familiar.

Carmen Lence, presidenta de Lence, recogió el Premio a la trayectoria empresarial «por su compromiso con el campo gallego, a través de iniciativas que promueven su defensa y puesta en valor del rural como un territorio de oportunidades», destacó la Fundación CEDE.

El Grupo Zendal fue reconocido con el Premio a la investigación. gracias, no solo a sus hitos sanitarios en el ámbito veterinario, sino también a proyectos de nivel mundial como una nueva vacuna contra la tuberculosis, una de las enfermedades infecciosas más mortales. El Premio al compromiso social lo ganó la Fundación Érguete-Integración gracias a su trabajo para mejorar la vida de las personas más vulnerables, ofreciendo servicios de información, atención, asesoramiento y orientación. Por último, el Premio a la Empresa Familiar fue para el Grupo Cortizo, compañía fundada en 1972 como una pequeña carpintería de aluminio, y que en la actualidad es una de las multinacionales más relevantes de su sector con 3.350 empleados, nueve centros de producción y presencia comercial en cerca de 90 países.

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