La Fiscalía retira la acusación a los exdirectivos de Caixanova en el último juicio pendiente

La fusión de las cajas gallegas tuvo consecuencias jurídicas y penales. Todas para responsables de Caixanova. Julio Fernández Gayoso, José Luis Pego, Gregorio Gorriarán y Óscar Rodríguez Estrada fueron condenados a dos años de prisión por el cobro indebido de millonarias indemnizaciones. Y cumplieron la pena de prisión, mientras esperaban las siguientes citas judiciales por los presuntos agujeros provocados por operaciones inmobiliarias bajo su gestión.

Al igual que hizo en el juicio de los retiros, Anticorrupción trató de probar la existencia de «un plan de concertación» entre los antiguos directivos a costa de la entidad en los casos del préstamo de 67 millones para una urbanización en Rivas Vaciamadrid y del crédito de 74 millones para reflotar Alfageme. Quedaron absueltos en noviembre de 2019 y en julio de 2022, respectivamente.

Solo faltaba la resolución de un tercer proceso. El resultado va camino de ser el mismo. Ayer, durante la vista de las cuestiones previas en la Audiencia Nacional por el juicio por el caso Massó —la financiación al complejo Marina Atlántica diseñado por Norman Foster en los terrenos de la vieja conservera de Cangas que, según la acusación, provocó un perjuicio de 45 millones—, la Fiscalía retiró las acusaciones de apropiación indebida o administración desleal contra Gayoso, Gorriarán y Ángel López Corona. La absolución en los dos anteriores procesos, según la fiscal, evidencian que nunca existió ningún plan preconcebido por parte de los directivos y que el otro posible delito está prescrito. El auto de apertura de juicio oral se remonta al mes de julio de 2019. A la retirada de la acusación por parte de la Fiscalía se sumaron también los representantes legales del FROB. El letrado de Abanca, personado en la causa, no llegó ni a hablar. El juez lo dejó visto para sentencia. Las defensas de los acusados aprovecharon para reprochar la dilación en el tiempo del proceso.