Sargadelos asegura que no habrá despidos y prevé la reapertura de la fábrica de Cervo la semana que viene
Segismundo García daría marcha atrás a su decisión de cerrar la planta si es posible subsanar en tiempo y forma las 36 deficiencias que ha detectado la Inspección de Trabajo para de este modo proteger la salud de los empleados, cerca de un centenar

Europa Press
Ángel Martínez
El choque entre el dueño de Sargadelos, Segismundo García, y la Inspección de Trabajo, que detectó deficiencias que han llegado a ocasionar problemas de salud en los trabajadores, parece avanzar hacia una solución. Segismundo García ha comunicado a la plantilla que no hay ni habrá despidos y que prevé que la semana que viene vuelvan a trabajar en la fábrica de Cervo (Lugo), según han informado los propios trabajadores a los medios a la salida de un encuentro con el propietario de la empresa.
Al salir de la reunión con el dueño de Sargadelos, los trabajadores han asegurado que García les dijo que ninguno está despedido ni prevé despedirlos, pero les pidió tiempo para negociar una salida al conflicto. Según les indicó, lo más probable es que la semana que viene puedan volver a entrar a trabajar, y les insistió en que no estaban trabajando "por su seguridad", pero les pidió que estuvieran "tranquilos". El administrador único de Sargadelos daría marcha atrás a su decisión de cerrar la fábrica de Cervo si es posible subsanar en tiempo y forma las 36 deficiencias que ha detectado la Inspección de Trabajo para proteger la salud de los empleados. En un escrito, García explica que "no pretendemos un cierre, simplemente ante la presencia de polvo de sílice cristalino cancerígeno entendemos que nuestro principal deber, en tanto no se subsana el problema" es velar por los trabajadores. "De ahí nuestra actuación que, confiamos, los tribunales sepan calibrar y sopesar", indica. En todo caso, el cierre seguirá siendo firme si resulta inviable garantizar las condiciones idóneas.
A primera hora de esta mañana los trabajadores han acudido en su práctica totalidad a sus puestos de trabajo en la planta de Cervo (Lugo) pero han encontrado cerradas las puertas de la planta de producción. Por ello, han firmado con su nombre y DNI una hoja para dejar constancia por escrito de la asistencia. Eran trabajadores de todos los puestos y especialidades e incluso de los hornos, que siguieron funcionando durante la noche. De hecho, el turno nocturno terminó a las 6:00 horas, momento en el que los integrantes de dicho turno abandonaron el lugar y se cerró la fábrica. La que sí ha abierto sobre las 8:30 ha sido la planta de administración, donde los trabajadores han entrado con normalidad pero sin saber muy bien "lo que les deparará el día", según ha declarado una de las empleadas a la agencia Europa Press.
A las 7:15 los trabajadores han acudido a la puerta de entrada y han comprobado que no se podía acceder. Los trabajadores, que el miércoles recibieron la noticia del cierre con sorpresa e incredulidad porque la situación económica de la firma era estable, se han mostrado "perdidos" en el camino a seguir a partir de este momento, pero han recibido el asesoramiento de dos representantes sindicales: Xorxe Caldeiro, de la CIG, y José Antonio Zan, de Comisiones Obreras.
Zan ha asegurado que los empleados de Sargadelos -que dicen carecer de representación sindical "por miedo"- estuvieron esperando desde las 07:00 horas para incorporarse a su puesto de trabajo. Ante esa situación, que CCOO define como "totalmente ilegal" ya que en caso de querer cerrar la fábrica debería realizarse un ERE o similar, el sindicato trasladó la situación a los servicios de Inspección de Trabajo. Poco antes de las 10:00 horas un agente acudió al lugar, explicó Zan, quien confía en que la mediación de las autoridades permita poner fin a esta situación. Los trabajadores no han recibido comunicación de ningún tipo sobre el despido, ya que el miércoles únicamente se les indicó que la fábrica iba a cerrar y que procediesen a recoger sus cosas. Por su parte, el responsable de la CIG en A Mariña, Xorxe Caldeiro, declaró a la agencia EFE que lo que está sucediendo “es difícil de calificar: esperpéntico, inaudito, insólito, no tiene nombre”.

Sargadelos impide el acceso de los trabajadores a la planta de Cervo a primera hora de la mañana / Carlos Castro / Europa Press
Después de que el administrador único del grupo Sargadelos, Segismundo García, comunicase este miércoles por carta a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que se procedía al cierre de la planta argumentando que está "cansado" de las trabas burocráticas que dificultan su gestión -un anuncio que llega cuando el grupo cerámico ha consolidado su recuperación económica tras su entrada en concurso de acreedores hace más de una década-, la Xunta ha pedido a Trabajo "máxima flexibilidad dentro de la legalidad" con la compañía e instado al dueño a reabrir la factoría de Cervo. En declaraciones a los medios, el conselleiro de Emprego, Comercio e Emigración, José González, ha defendido este jueves que el expediente laboral abierto contiene "deficiencias subsanables" dentro de unos plazos "abiertos todavía". Por eso, ha pedido "la máxima flexibilidad dentro de la legalidad", ya que, tal y como ha recordado, se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC) y "no es sencillo hacer las obras y actuaciones necesarias".
Además, ha mantenido una conversación con Segismundo García y le ha solicitado que proceda a la "inmediata reapertura". También ha señalado que éste le trasladó "una sensación de hartazgo". "Espero que recapacite", ha subrayado José González, que también ha insistido en que la Xunta ofrece "máxima colaboración" para que "el problema se pueda resolver" debido "a la trascendencia que tiene una fábrica como la de Sargadelos".

Una trabajadora de Sargadelos firma en la hoja de entrada para atestiguar su presencia en el puesto de trabajo tras encontrarse las puertas cerradas a su llegada a Cervo. / Carlos Castro
La alcaldesa de Cervo se reúne con el dueño de Sargadelos
Esta mañana la alcaldesa de Cervo, Dolores García (PP), ha acudido temprano a Sargadelos para entrevistarse tanto con trabajadores como con la dirección de la empresa, "con la intención de llegar a un acuerdo lo antes posible" para evitar el cierre de esta emblemática fábrica. García tranquilizó a los empleados, que se mantuvieron en todo momento delante de la entrada de la fábrica. También se ha reunido con Segismundo García, que hasta el momento ha evitado hacer declaraciones a los medios ni tampoco se acercó a hablar con los trabajadores que acudieron a sus puestos. La alcaldesa avanzó antes de la reunión con el empresario que durante la mañana negociarán con la Xunta en busca de una solución al conflicto.
Mientras, la Confederación de Empresarios de Lugo ha reconocido que la patronal lucense está siguiendo “con preocupación” el anuncio de cierre "porque Sargadelos es algo más que una empresa”, pero también ha recordado a través de su presidente, Jaime López, que a veces “las cargas burocráticas hacen que los empresarios se desesperen”.
Cancelación de pedidos
Algunos empleados han relatado que durante la tarde del miércoles se procedió a la cancelación de pedidos. Además, la zona de administración fue saboteada durante la noche, ya que amaneció con un candado cerrando la verja de entrada, que fue reventado por los empleados de mantenimiento. También se ha estropeado una cerradura de una puerta trasera. Una patrulla de la Guardia Civil ha acudido al lugar por estas acciones y también han sido reclamados por los empleados para dar constancia de que les habían impedido entrar a trabajar.
Los agentes les invitaron a presentar una denuncia, una medida que no han querido realizar porque los trabajadores tienen miedo de posibles represalias, según han comunicado a los representantes sindicales.

Una patrulla de la Guardia Civil ha acudido al lugar por estas acciones y también han sido reclamados por los empleados para dar constancia de que les habían impedido entrar a trabajar. / CCOO
Los empleados de la fábrica en Sada trabajan con normalidad
Los empleados de la fábrica de Sargadelos en Sada (A Coruña) trabajan con normalidad, sin haber recibido ningún tipo de comunicación por parte de Segismundo García, según informan a la agencia Europa Press fuentes de la plantilla. En concreto, en la planta de Cerámicas O Castro trabajan unas 64 personas, que entraron este jueves en el horario de todos los días (7,00 a 15,00 horas). También las tiendas de Sargadelos en ciudades como Santiago, Ferrol y A Coruña han abierto sus dependencias con normalidad.
A diferencia de lo que ocurre en Cervo, según las fuentes de los trabajadores de Sada, en O Castro no hay problemas de salud derivados del desempeño del puesto de trabajo. La plantilla destaca que se utilizan los equipos de protección individual (EPI) correspondientes y se pasan los preceptivos controles médicos.
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